El mamotreto de casa que tienen los Dutton en el estado de Montana es el centro de operaciones de la familia de ganaderos que heredaron el sueño de sus cuñados, los de 1883, y que hacen suyo. Quieren poner el rancho en el mapa aunque para ello tienen que luchar muy fuerte con los ovejeros, con las condiciones climatológicas, con el cine que arrasa llevándose a los vaqueros como extras y sobre todo con el minero despiadado. Y tienen que pedir ayuda a su sobrino.
En la América que se estaba construyendo todavía la Ley estaba lejos de asentarse y los tiros y la horca seguían siendo la mejor forma de impartir justicia. Aunque el minero es un duro enemigo sin embargo sabe cómo se puede utilizar la Ley a su favor y no es un hombre violento. Aunque su comportamiento y actitud probablemente sea lo más salvaje de la serie. Y eso que aparece la desconocida y descontrolada África, aunque no son comparables.
Los Dutton tienen que pedir ayuda porque el peligro se cierne a su alrededor. Los Dutton están interpretados por Harrison Ford y Hellen Mirren que no tienen ninguna química en la pantalla. A Harrison Ford no se le nota aferrado al territorio vaquero y está incómodo con el personaje. Sin embargo a Hellen Mirren si le pega el papel de una luchadora y veterana mujer que vive entre vacas y vaqueros, que disfruta del amor de los jóvenes y que quiere a sus sobrinos como si fueran sus hijos. Además utiliza las cartas como terapia y al final consigue su propósito de recuperar a su sobrino para que vuelva a Montana.
Y donde Hellen Mirren sí tiene química es en los dos o tres enfrentamientos que tiene con Timothy Dalton como el ambicioso minero. Aquí sí que funciona la relación y sus interpretaciones son estupendas. Él empuja para ganar y ella se defiende con uñas y dientes para no perder el legado que le dejaron sus cuñados.
Y aquí está Spencer, el magnífico y viril aventurero africano, superviviente de la primera guerra mundial y temible cazador en África. Y Spencer encuentra el amor y lee la carta de su tía pidiendo socorro. Y a partir ese momento se inicia otra aventura épica, que se prolonga durante toda la primera temporada, y que permite ver la pasión que creció en Spencer por su mujer y el cariño que siente por sus tíos que decidieron asumir el peso de mantener vivo el rancho de los Dutton. Así que ahí se embarca en una travesía por el mar llena de aventuras y en las que el fusil ya no es tan importante o relevante como en África.
Y después está la aventura de la joven india que no renuncia a su ley y que no acepta los consejos, los mensajes y la violencia que recibe de la educación de las monjas. El nivel de violencia de esta historia es atroz y el retrato de los curas y las monjas es aterrador. Los indios se defienden y el choque es muy violento. Es una historia muy dura aunque permite ver cómo debe ser la batalla que desde la cruz y la espada se libró contra la resistencia activa. La historia no termina en la primera temporada y se estima que la lucha será feroz.
Es 1923 una historia que va más allá de la Conquista del Oeste, es el intento por moldear un mundo que se empieza a parecer al contemporáneo. Hay mucha modernidad con la llegada del agua corriente, de la electricidad y de muchos inventos prácticos como la lavadora, la nevera o el congelador. Son inventos que cambiaron la civilización occidental y que dieron pie a la llegada de la clase media que se consolidó después de la segunda guerra mundial.
El mundo era global aunque América tenía muchas piezas para convertirse en el líder mundial que es, pasión, libertad, decisión, orgullo y mucha visión de futuro. Y es que el minero es el personaje más interesante, con mejor visión y con dedicación brutal para lograr el objetivo. Sus niveles de manipulación con las prostitutas permiten ver sus escrúpulos y su ambición para conseguir sus propósitos. Esperamos que su personaje crezca todavía más en la segunda temporada. Los Dutton son una apasionante saga y ahora quizá sea tiempo de descubrir algo de Yellowstone.
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