En 1996 Tom Hanks dirigió su primera película llamada The Wonders. Ya había hecho productos para la televisión aunque era su primera película larga. Es un debut sensacional y una película a la que le sienta bien el paso del tiempo. Los adolescentes que sueñan y que consiguen el éxito aunque acaban ¡no había coaching entonces! triturados por los egos, por la industria y por tener one-hit-wonder. Aunque Tom Hanks es muy bueno en la dirección está en otro nivel que Clint Eastwood y también que Ben Affleck al que seguimos apoyando en su carrera como extraordinario director.
The Wonders incluye mucho contenido que con el tiempo se mantiene estupendo. Han pasado casi treinta años ya y el rock and roll sigue teniendo mucho tirón. Canciones fáciles de tres minutos con mucho ritmo, libertad y diversión. Y en el ritmo es donde está Guy Patterson, interpretado por Tom Everett Scott y que tiene una presentación espectacular en la película. Al principio le vemos atendiendo en la tienda familiar ofreciendo detalles a los clientes y después le vemos, sin apagar el luminoso, disfrutando de los ritmos de jazz en elepés en la trastienda. Y ésa es la película, un joven apasionado por lo que hace y que además lo hace bien integrando el ritmo del jazz en el rock and roll. Podría ser Charlie Watts, el batería de The Rolling Stones.
Y es que cuando The Wonders empieza a escalar posiciones en la lista de Billboard ¡¿dónde quedaron las listas para escalar?! siempre aparecían The Rolling Stones cerca de ellos. Así que bien pudo ser una inspiración para Tom Hanks, que vivió su infancia y juventud en aquellos años de libertad y crecimiento generacional cuando ya la segunda guerra mundial estaba superada.
Tom Hanks se deja un papel para él. Es el productor de Playtone Records y el que tiene que cuidar a la banda para que produzca el mayor dinero posible en el menor tiempo. Y se los lleva ¡siempre con trajes de colorines! de gira rural por Estados Unidos cosechando éxitos sin parar y escalando en Billboard. Al final es el visionario que identifica el potencial en los integrantes del grupo. Y el cantante es el talento aunque el smart guy es Guy Patterson.
He revisado la película, que la tenía olvidada, después de ver pasar por Twitter, no sé quién fue, un vídeo de The Wonders que muestra la alegría, la ilusión y la fiesta que supone para unos adolescentes de los años sesenta acceder a la radio y poder escucharse cantar y tocar. Son unos minutos de pasión desenfrenada por las calles de la ciudad americana con señoras y señores clásicos y elegantes y adolescentes alocados que sienten que otra forma de hacer las cosas es posible.
La película supuso muchos inicios para varios artistas. Charlize Theron aparece en la película como Tina, una joven tremendamente ambiciosa a la que le gustaba tener los pies en el suelo y no dejarse llevar por sueños y pasiones. Así que en cuanto conoce al dentista deja al músico con un palmo de narices. Es un personaje clásico de la época que, cuando cambió el mundo en los años sesenta, se quedó relegada y no se adaptó a los nuevos tiempos.
Guy Patterson utiliza la frase ‘I am Spartacus’ varias veces y hasta una improvisación con la batería deja que se llame así. Se supone que la película de Spartacus, con Kirk Douglas, ya estaba estrenada y que como probablemente impactó en Tom Hanks en su infancia, la incluyó como un ejemplo de superación y rebeldía.
La ambientación de la película es asombrosa. En España cuando ves una ambientación aparecen dos o tres vehículos y una decoración sencilla. En Estados Unidos Tom Hanks llega a crear una calle ¡por la que corre luego Liv Tyler oyendo la radio! llena de vehículos y hasta de trastos domésticos ¡la modernidad de 1923 al final se populariza! Y no sólo, también hay gradas con espectadores en las ferias musicales rurales o ambientación en televisión con cambios de cámara incluidos que recrean perfectamente la época.
Además el padre de Guy Patterson, un americano de pro que tuvo que luchar para sacar a su familia adelante y que de repente se encuentra a su hijo triunfando en la televisión. Probablemente es el que más lo disfruta ¡era lo más alto a lo que se podía llegar! y olvida los descuidos de su hijo con los luminosos de la tienda. Y otros secundarios estupendos, el manager del hotel, Obba Babatundé, actuando como un jefe que controla todo desde la puerta. Hace una interpretación asombrosa y acompaña estupendamente a los protagonistas. Lo mismo con el músico de jazz, Bill Cobbs, que aparece dos veces, primero como alguien perdido en un bar y después como un músico extraordinario al piano disfrutando con Guy a la batería.
Liv Tyler está genial en The Wonders como Faye. Luce vestuario de manera sobresaliente, también peinados, es una chica clásica aunque se quiere hacer moderna y descubre finalmente el amor en un beso apasionado. Le falta más contenido en la película, podría haber sido la fotógrafa del grupo aunque Tom Hanks, como productor musical, le otorga el rol de jefa de vestuario.
Hay demasiadas historias en The Wonders y Tom Hanks lo sabe y lo deja así. Él las quiere meter y aunque está bien la película va de más a menos. La alegría inicial se convierte en una desesperanza y un desengaño que desborda a los personajes que se desparraman en el final. Sólo los personajes de Guy y Faye tienen un poco de recorrido aunque se pierden en tantos frentes que se abren. Al principio no se da ningún cabezazo, es una película de alegría de vivir, en el final sí se puede venir abajo aunque la historia del jazz y la colaboración del pianista con el baterista tiene recorrido para otra película.
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