Hace muchos años que me leí The Sandman, el comic book de Neil Gaiman. El primer pedido lo hice a Amazon, cuando tenías que comprar en Gran Bretaña porque en España todavía no tenían implantación, era el año 2007. Recuerdo que me los fui comprando y al final me lo leí. Era un comic book muy denso y complejo y además lo leía en inglés. Lo que más me gustó fue la recreación de los mundos creados por Neil Gaiman y que, en el caso de The Sandman, son de lo más emocionantes. ¡Cómo se puede recrear el mundo de los sueños y vivir aventuras y experiencias en él!
Y éso es lo que creo que Netflix ha sabido trasladar a su primera temporada, habrá una segunda, y los mundos de los sueños, del infierno, de la muerte, de los deseos y muchos más están recreados y permiten meterte en la historia, muy densa y abstracta, de The Sandman.
La serie va de más a menos. Y es que los primeros episodios son muy intensos, complejos y sorprendentes. Después las historias no son tan contundentes y se mezclan con miserias humanas. Las peleas de The Sandman con los humanos, más de cien años atrapado, sus discusiones con Lucifer o sus batallas para recuperar sus artilugios hacen que se disfrute viendo la serie.
No todo el comic book está en la serie de televisión y es normal. La ambientación es brillante aunque hay camuflajes relevantes. El mundo del infierno, que en el comic book ofrece mucho juego aquí se ve con planos largos y con demonios compitiendo en batallas y guerras sin fin.
Las escenas de la hermana de The Sandman como la muerte son muy emocionantes. Te hace pensar que puede ser una buena forma de dejar el mundo ser acompañado en el final por una persona tierna y cariñosa alejada del terror clásico de la guadaña y de la capa negra.
Tom Sturridge como The Sandman está muy bien. Consigue crear un personaje muy atractivo que, con sus artilugios y su poder, nos mantiene vivos cada día con nuestros sueños. Me gusta mucho el capítulo en el que se reúne con su amigo cada cien años. ¿Cómo sería una vida eterna? Y aquí se puede intuir que además de muy dura exige mucho trabajo aunque cada vez seas más sabio y competente.
Y echo de menos más foco en el William Shakespeare que recibe el reto de The Sandman de convertirse en un gran escritor construyendo historias que son atemporales y que muestran las luchas y peleas además de la grandeza del ser humano.
La serie y sus once capítulos se disfrutan a toda velocidad y no hay posibilidad de dar ningún cabezazo. Hay algún capítulo que se hace un poco pesado aunque cada espectador lo interpreta como quiere. Es magnífica la recreación y cómo se ajustan las historias que se van presentando desde el primer capítulo. Nos quedamos a la espera de la segunda temporada.
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