‘El que vale, vale, y el que no a comercial’ se decía hace algunos años en algunos trabajos. Y quería decir que si no eres suficientemente bueno siempre puedes ir a un área en la que podrás extraer el máximo de tu potencial. Algo así les pasa a un un equipo de agentes de inteligencia británicos que sirven en un departamento indeseable que está a la sombra del MI5. Los agentes, con buena formación y capacidad, sin embargo terminan convirtiéndose en unos slow horses por su incapacidad, por sus adicciones, por sus temores o por lo que sea.
El problema es que el director de estos agentes sin uso están a cargo de un líder brillante e irascible que genera admiración entre los suyos. Es Jackson Lamb que además está interpretado por Gary Oldman y que le ofrece al personaje desaliño ¡tomates en los calcetines!, dejadez, mala educación ¡no superaría un test de ESG en cualquier empresa actual! y sin embargo es capaz de hacer temblar al MI5 oficial después de haber sido un espía en la guerra fría y conocer todas las palancas que mueven la seguridad de un país.
La serie ya lleva tres temporadas, que se ven en un plumazo con sus seis episodios por temporada trepidantes e intensos. Y tendrá alguna más así que habrá que estar atento.
Los personajes fijos son los de Gary Oldman y Kristin Scott Thomas que lideran las riendas de los servicios secretos británicos. Es mucha la tentación que tiene el mal y estos dos personajes están siempre atentos a lo que pueda pasar para garantizar nuestra seguridad. Aunque la complicación mundial es tan grande que al final parece que estamos viendo una partida de ajedrez. Y aquí es donde brilla Jack Lamb que estuvo dándole al coco en la guerra fría y que se las sabe todas en cuanto a movimientos sospechosos, gente idiota y trabajadores que son buenos aunque no es la misma época para aprender y sobre todo ¡sobrevivir! y vencer al mal.
Todos los personajes son buenos y están bien construidos. El hacker de los slow horses es tan bueno que parece que no lo quieren ni los auténticos profesionales del MI5 con sus vestidos de marca, sus edificios acristalados y sus infinitos recursos. Sin embargo el hacker es capaz de ver, desde sus pantallas enormes, todo lo que sucede en los alrededores burlando la seguridad, la privacidad y desde luego el tiempo ¡lo que son capaces de hacer en un capítulo de cincuenta minutos de duración! Y no se pierdan el coche del hacker que tiene modificada hasta la pantalla del conductor.
Kristin Scott Thomas no es una gran protagonista porque su personaje no siempre aparece en la serie aunque cuando lo hace llena la pantalla. Discute con Gary Oldman en el parque, es tirana con sus empleados, es muy ambiciosa y quiere llegar muy arriba. Es un personaje atractivo aunque el Jack Lamb de Gary Oldman es el motor de la serie y el que no da opción al cabezazo.
Destaca con sus ropajes ¡¿se pueden utilizar las lavanderías?!, sus actitudes, sus modales ¡se tira pedetes delante de personas respetables! y con su talento que es capaz de desenmarañar la estructura de espías más sofisticada. Y además tiene un pasado que hace avanzar la serie con su subordinado River Cartwright, interpretado por Jack Lowden, que es excelente como actor y como personaje aunque siempre va por detrás de Jack Lamb y de su aura de misterio y ejemplaridad.
Muchas gracias a Juanma González por la recomendación.
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