Lo primero que destaca en El madrileño es la cantidad de estilos de música que están incluidos y por eso supongo que C. Tangana se lo pasó muy bien haciendo este álbum. Parece que al autor le iban viniendo a su cabeza estilos y características de la música de todos los tiempos y buscó a los que él creía que le podían ayudar a representarlas y a reproducirlas en su disco. Por el resultado se puede decir que todos estuvieron encantados con C. Tangana y que se lanzaron a la creación y a la contribución en un trabajo que, de forma global, es sobresaliente.
En el programa de Los catedráticos 3.0, al principio del año 2021, se puede escuchar a Dieter Brandau con Agapito Maestre ¡el profesor de Antón Álvarez!, Gabriel Albiac y José Luis Garci que se resisten al empuje y al ímpetu de Agapito Maestre que defiende a C. Tangana como si estuviera hablando del milenarismo. Y, escuchando a Agapito Maestre, se puede inferir que la música que ha incluido C. Tangana en El madrileño es para todas las generaciones. Por ejemplo, incluir las declaraciones de Pepe Blanco a Lauren Postigo en el Corral de la Pacheca en los años ochenta es osado y ayuda a que todas las generaciones podamos hablar el mismo lenguaje, el de la música. Y, como dice Agapito Maestre, con la guitarra española como hilo conductor de todo el trabajo.
El disco El madrileño es una enciclopedia con todos los artistas que participan en el álbum y que permiten enlazar con otros muchos que, sin aparecer, sin embargo están ahí también. Lo que ya es más difícil de intuir es cómo ligar el pasado en los vídeos que se publicaron de forma simultánea al lanzamiento del disco, aquí sí que los artistas que participan en los vídeos dejan su trabajo en un momento temporal concreto.
Quizá la interpretación de Imanol Arias como ese cantante que fue, que realmente era Pepe Blanco, en un entorno brutal, un bar de toda la vida ¡los azulejos del baño! regentado por ciudadanos que aspiran a conseguir una nueva vida y con hijos que se enfrentan a las dudas de siempre con el amor, la pasión y la obsesión por salir de la rutina que oprime y machaca. El sueño de convertirse en un Pepe Blanco viajero por el mundo llevando el arte y la gracia. A continuación se puede ver el vídeo lleno de detalles y enlazado perfecto con la canción Cuándo olvidaré.
Las colaboraciones en El madrileño son brillantes aunque saben a poco. Es un disco que podría haber sido mucho más largo e intenso aunque me imagino que el esfuerzo de conseguirlo ha sido titánico. Es una mezcla muy elegante y todas las canciones son estupendas.
Sí que hay algunas que destacan aunque todo son gustos y sensaciones que las canciones despiertan en la escucha. Además las canciones que ha publicado C. Tangana empezaron pequeñitas y conforme pasa el tiempo se han convertido en auténticas señoras dispuestas a ver pasar el tiempo con elegancia y garbo.
La colaboración con el Niño de Elche en Tú me dejaste de querer es increíble y la fuerza con la que entra este artista en la canción es demoledora. Muriendo de envidia tiene una letra y un ritmo que emociona al escucharlo y que enternece al ver el vídeo. Cuando olvidaré ya la hemos mencionado y en el final hay dos colaboraciones que dejan huella, la de Kiko Veneno, que viene dando el cante, y la de Andrés Calamaro que, en el vídeo está fantástico. El diálogo con Calamaro es brutal y los dos artistas se confabulan ¡el viaje en el ascensor! para conseguir un resultado perfecto.
No hay rivalidad en El madrileño, hay respeto, dejarse escuchar y dejarse oír, participar con gracia y camaradería y conseguir un resultado que durará durante mucho tiempo. Y echamos de menos a C. Tangana. ¿Con qué nos sorprenderá próximamente?
Más información | C. Tangana
Imágenes | Marcos López
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