‘The undeclared war’ o cómo las redes sociales son el espacio en el que se viven las guerras

Hannah Khalique-Brown es la actriz que interpreta a Saara en The undeclared war, una serie sobre cómo las guerras se libran en las redes sociales y donde los bloques tradicionales de Rusia y Estados Unidos, con su aliada Gran Bretaña, se aplican con contundencia para ganarlas. Además aparece Mark Rylance interpretando a un entrañable John Yeabsley que participó en la guerra fría con aparatos analógicos que, además, tiene en su casa, ¡el código morse!

La serie está ambientada en el año 2024 y se produjo en el año 2022. Recrea cómo las elecciones en Gran Bretaña pueden decantarse de un lado o de otro manipulando y condicionando a los consumidores de redes sociales. La sofisticación es muy elevada porque hay agencias de noticias verificadoras que trabajan en platós de televisión, que editan las imágenes que se propagan y que se expanden como un virus. Y desde el búnker de la GCHQ, Government Communications Headquarters, los analistas trabajan sin descanso para anticipar ataques telemáticos y sobre todo para responder con contundencia en caso de ataque.

Hannah Khalique-Brown interpretando a Saara se lleva todo el protagonismo de la serie. Es original verla descifrando códigos y hackeando sistemas de información ataviada con un cinturón de herramientas y entrando y saliendo por puertas o ventanas a escenarios imposibles. Con esas recreaciones la serie avanza y es más entretenido de mirar que viéndoles tirar líneas de código en unix o en python como aparecía en aquella de Mr. Robot.

El otro personaje entretenido es Simon Pegg que es Danny, un jefe que se mueve por las mesas de los analistas y que envía órdenes a la velocidad del rayo. Todo el decorado de la GCHQ está bien conseguido y es divertido verles moverse por las mesas con los teclados, los monitores gigantescos y el circuito de televisión interno que resulta clave en la serie.

La serie tiene un final que no se termina de comprender. No se entiende si habrá otra temporada o qué pasará. Parece claramente insuficiente y hay tramas que quedan muy abiertas. Lo que sí se pone de manifiesto, como he leído por ahí, es que el mundo depende de dos jóvenes, uno en Gran Bretaña y otro en Rusia.

Son los dos héroes de la serie que van cobrando protagonismo y que en el final se animan a ayudarse mutuamente para minimizar los riesgos de compartir información de Gran Bretaña y sobre todo de recuperar la confianza con los Estados Unidos. Aunque Rusia tiene tentáculos que abarcan medios de comunicación, universidades y políticos corruptos. Y cada vez es más complicado identificar a los enemigos.

La recomendación de The undeclared true llegó por una invitada en un programa de radio que comentó que estaba entretenida para ver. Y tiene razón. Es una serie que se consume rápido, es apta para un maratón, que se puede seguir fácilmente, con buenos personajes y ambientaciones. Además hay personajes incómodos, además de los rusos, está el primer ministro británico que siempre ofrece una opinión que va dejando al GCHQ en una situación incómoda. No se da ningún cabezazo y nos quedamos a la espera de que haya una segunda temporada. ¡Hay que ver cómo se puede manipular una opinión utilizando las redes sociales!