Damon Albarn pone rumbo al éxito navegando con Gorillaz a ‘Cracker island’

Damon Albarn pone rumbo al éxito navegando con Gorillaz a ‘Cracker island’

Las canciones del álbum Cracker Island de Gorillaz, incluyen, de una forma que parece que se hace habitual entre los artistas, a varios colaboradores del mundo musical global. Y éso le permite a Damon Albarn navegar entre sonidos, intercambiar esencias, compartir sensaciones y sobre todo transmitir mucha pasión a los oyentes.

Las canciones son: 01. Cracker Island [ft. Thundercat], 02. Oil [ft. Stevie Nicks], 03. The Tired Influencer, 04. Tarantula, 05. Silent Running [ft. Adeleye Omotayo], 06. New Gold [ft. Tame Impala and Bootie Brown], 07. Baby Queen, 08. Tormenta [ft. Bad Bunny], 09. Skinny Ape, 10. Possession Island [ft. Beck]. Todas tienen mucho de Gorillaz aunque también del artista invitado, Bad Bunny, Stevie NicksBeck Adeleye Omotayo, y sobre todo un rumbo que ha marcado muy bien Damon Albarn y que hace que el disco sea completo, y, si viviéramos en los años ochenta, un inventario de singles.

En Elepés y pelis sólo escuchamos discos en formato vinilo porque nos parece lo más adecuado y porque nos cansamos de leer en diminuto en la caja del formado digital. El color de Cracker Island es de un fucsia arrebatador e incluye un estupendo póster que, por ahora, se ha quedado descansando en la carpeta del disco.

Gorillaz es un proyecto que permite al artista convertirse en algo más. Con los nuevos tiempos y las colaboraciones Gorillaz también evoluciona y mezcla ¡por si no era suficiente antes! muchos estilos y sonidos que se van a hacer eternos. La colaboración con Stevie Nicks es muy hermosa y la canción del final con Beck es emocionante y se te queda enganchada. Y es que el disco de Gorillaz es muy asequible, ¡lo podría oír desde tu hija hasta tu abuela! con sonidos de pop, rock suave y mucho funk que hace imposible no pararse en ocasiones y moverse un poco. Hay sonidos repetitivos aunque no son cansinos y se pone de manifiesto, una vez más, que el gen británico musical funciona y se mantiene muy vivo desde que en los ochenta explotase en todo su esplendor.

Es fantástico el resultado de Cracker Island, deben ser meses de trabajo para conseguir afinado el sonido, mantener la esencia y construir una obra completa para servirla al mundo. Hay guitarras funk, sintetizadores, ritmo beat, melodías inspiradoras y estribillos que se te meten en la cabeza porque te gustan y porque te emocionan.

Con Beck Gorillaz se pone melancólico y sentimental en Possession Island. La primera vez te sorprende, la segunda te emociona y la tercera te la quedas para tu repertorio, que si fueras un adolescente cabe en una libreta, y, conforme te haces mayor, ya no sabes ni dónde guardarlas.

En Possession Island Damon Albarn nos cuenta:

Where things they don’t exist
And we’re all in this together ‘til the end
‘Til the end

(traducción libre: donde las cosas no existen, y estamos juntos en esto hasta el final, hasta el final)

… que podría querer decir que aunque Gorillaz no existe en nuestro mundo material, sin embargo estamos con él en su viaje virtual y diferente. Y por ahora navega con buen rumbo. Cracker Island es un disco estupendo que se convertirá en un clásico de la música popular del siglo XXI.

Más información | El Corte Inglés

Imágenes | Gorillaz

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