‘Wonka’ o la magia que transmite este entrañable personaje con el chocolate como excusa

El actor Timothée Chalamet está llamado a ser uno de los grandes artistas del siglo XXI en el mundo del cine. Su papel en la del paraguas de Woody Allen es extraordinaria y aquí, como Wonka, es muy entrañable de ver. Aunque canta, la película se soporta bien y no son canciones aburridas. Además hay coreografía y mucho color en esta película. Para Timothée Chalamet todo es muy fácil y atractivo de ver, tiene magia, tiene buenos sentimientos, es alegre y hasta tiene un Oompa-Loompa bajo su control.

La película es pura magia con la excusa del chocolate. El sombrero es fascinante y proporciona recursos infinitos. El deseo de Wonka es hacer felices a los demás, lo hace con el chocolate aunque también hace estupendas acciones. Todo lo aprendió de su madre, interpretada con gran ternura por Sally Hawkins. Y Wonka siempre tiene el control. Aunque parece que todo le sale mal sabe lo que tiene que hacer para conseguir sus propósitos.

Hay mucho de Dickens en esta película. Los niños desgraciados, los mayores egoístas y ruines buscando el enriquecimiento fácil y humillando a los deudores. Todos colaboran para dejar que Wonka de rienda suelta a su magia y a conseguir reorganizar las miserias y los problemas de los demás y erradicarlos a base de chocolate. La magia que le enseñó su madre.

Es una película emocionante, tierna, muy bonita y muy alegre. Sólo al final con la aparición del Oompa-Loompa el ritmo decae un poco aunque es tan divertido el personaje interpretado por Hugh Grant.

Wonka ofrece comedia y entretenimiento para toda la familia aunque los que nos hacemos veteranos también nos lo pasamos muy bien. Hay excelentes mensajes sobre la bondad, la amistad, la fragilidad, la riqueza, el egoismo y la maldad. Además la importancia de la familia y del amor. Todas las edades van a encontrar en Wonka resortes para disfrutar y si no siempre nos quedará el chocolate, ¿a quién no le va a gustar un buen chocolate?

Wonka está antes que la de Charlie y la fábrica de chocolate, dicen que la de 1971 con Gene Wilder, basada en el cuento de Roald Dahl. Da para muchas más porque aunque vemos momentos importantes de Wonka aún se pueden ver más, la infancia, el aprendizaje de la magia, la construcción de la fábrica ¡que se hace en dos minutos! Hay mucha magia en Wonka y no se puede dar ningún cabezazo.

Timothée Chalamet es un estupendo Willy Wonka joven, divertido y tremendamente mágico. Sus aventuras para dominar la galería donde se vende el mejor chocolate del mundo son muy emocionantes y entretenidas. Y la participación de la jirafa, digital no como la auténtica de Gonzalo Suárez, es una buena crítica contra el poder que todo lo corrompe y destruye.

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