‘Sign of the times’ el Prince que llegó a la madurez

‘Sign of the times’ el Prince que llegó a la madurez

“Produced, arranged, composed and performed by Prince” (producido, arreglado, compuesto e interpretado por Prince) cuando cogías un disco de la estantería de la tienda ese texto destacaba sobre el resto del contenido y me resultaba fascinante. ¡Cómo era posible que todos aquellos sonidos, todas aquellas canciones, todas esas construcciones las hiciera Prince! Y con el tiempo entiendes que es verdad, que lo que más le gustaba a Prince, o una de las que más le gustaban, era trabajar y trabajar para conseguir sus propósitos, probablemente divertirse y pasárselo bien con la música.

Prince era mejor que Michael Jackson aunque las comparaciones no paraban de llegarnos a España a través de los periodistas de este país, a los que les otorgábamos toda la credibilidad. En el mundo actual, con Internet, la rivalidad Prince y Michael Jackson seguro que no hubiera existido. En aquella época nos lo vendían como una especie de Mozart mientras veíamos en el cine, en 1984, a Tom Hulce haciendo el Amadeus de Milos Forman.

Prince estaba en ‘Paisley Park’ un sitio desde el que tejía redes para que su legado se expandiera, se ampliara y se enriqueciera. Su generosidad ¡les escribía canciones a todos! hacía que su obra se abriera y se difundiera por todos lados tocando, además, todos los estilos de música que le daba la gana: funk, rock and roll, jazz, soul, blues, etc.

Mi Prince favorito es el de ‘The Revolution’. Un puñado de artistas que a sus órdenes eran capaces de hacerte mover ¡siempre en directo! y sin saber cuando termina. Por allí pasaron Cat, Sheila E., Dr. Fink, Miko Weaver y muchos más que eran excelentes músicos. Y en Sign of the times están todos, en plenitud de facultades y arropando a Prince con una madurez que le permitía construir obras redondas que le servían, además, para proyectos audiovisuales integrales.

Después, y conforme me hacía mayor se fue con ‘The New Power Generation’ con canciones que ya me decían poco y sólo en los años del 2000 volví a engancharme con un disco ‘The Rainbow Children’ (2001) y con un grupo que apadrinó también recientemente y que se llama 3RDEYEGIRL que hace un sonido espectacular.

Prince nos enseñó el concepto de bailarina. La bailarina es alguien que se mueve por todo el escenario ¡no sólo junto al cantante!, que nunca pierde el ritmo, que conoce perfectamente lo que tiene que hacer y a la que siempre que puede recibe el cantante para hacer algo con ella, especialmente divertirse y entretenernos a todos los que lo vemos. Y también lo hacía con la banda que mientras tocaba los instrumentos realizaba coreografías junto a Prince a toda velocidad. Y es que hace treinta años no existían las pantallas y los músicos tenían que trabajar mucho para llenar las dos horas de concierto en directo.

En Sign of the times la bailarina es Cat. Y la película, que acompaña al disco, es un prodigio de coreografía, de ambientación y de creación artística. Prince estaba en todas partes y su trabajo, fantástico, perdura muchas generaciones después.

Y es que mi infancia (y adolescencia) es Prince en un concierto que emitieron en televisión, cuando sólo había dos cadenas, y que recreaba la gira del disco LoveSexy (1988) con la canción de ‘Alphabet Street’ que a su vez nos presentó en otro programa estupendo Javier Gurruchaga. El presentador del concierto era Antonio Fernández, un excepcional periodista que se encargaba de estudiar para su audiencia de radio y televisión la música de Estados Unidos y que nos la tamizaba divinamente para disfrutar de ella mientras la consumíamos y después nos íbamos a comprarla.

Recuerdo que Antonio no dijo nada durante todo el concierto ¡nada! sólo nos dejó ver y escuchar lo que allí estaba pasando. Fue un concierto que no me acuerdo si grabamos en cinta de vídeo ¡los piratas antes de los nativos digitales! y que desde luego debe ser muy difícil de encontrar.

En 1990 llegó a España, al Vicente Calderón, con The New Power Generation. Por David Bowie sabíamos que los 80 pertenecían a Prince y viendo el concierto en directo entendíamos de dónde venía y a dónde podía llegar. Después vino a Las Ventas, en 1993, aunque ahí ya no fui a verle. Pasó de tener 60.000 espectadores a 20.000 lo que demuestra que Prince en España tampoco fue un músico que apasionara a todos.

Cuando te haces mayor, y eso Sabina lo cantaba muy bien en “Cuando era más joven” dejas de escuchar la radio, de leer noticias de música, de acudir a conciertos y de ir, como se iba en mi época, a los locales o a las discotecas. ¡Ahora se hace botellón! O sea.

Prince, y no lo sabíamos entonces, nos enseñó a trabajar en grupo, en red, de forma colaborativa, ¡muchas horas! y haciendo muchos deberes. Prince nos enseñó que el esfuerzo y el trabajo consigue resultados. Y ahí está Sign of the times en formato vinilo. Un disco impecable que cuenta una historia de amor y de belleza como sólo Prince podía conseguir.

Más información | El corte inglés

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