El despegue de Bruno Mars con ’24k magic’ en el año 2016

El despegue de Bruno Mars con ’24k magic’ en el año 2016

El disco de Bruno Mars 24k magic merece muchas escuchas y vueltas a dar en el plato del tocadiscos. Está lleno de matices y de detalles que no seré nunca capaz de identificar ni de interpretar. Para análisis completos están muy entretenidos los vídeos de YouTube de artistas como ShaunTrack que incluye el detalle de las pistas y muchas enseñanzas con ritmo alegre y didáctico.

¿Qué pasa contigo Bruno? ¿Te levantas a bailar o te vas a quedar ahí toda la tarde?

En el álbum 24k magic, magia de 24 quilates, hay ritmo, buena voz, excelentes arreglos y sonidos que parece que se apagan y que se quedan colgando. Hasta que todo vuelve a empezar y sigues bailando.

Es un disco con ritmo para bailar sin parar y en el que hay muchas influencias. Quizá la más evidente es la de Michael Jackson cuya sombra es alargada. En los años 90 teníamos otro Michael Jackson, Tevin Campbell, al que Quincy Jones le ofreció mucho espacio cuando era un niño.

Por la simplicidad, dentro de su complejidad, de algunos arreglos, muchas canciones son muy sencillas y directas. Algo que era una característica de Prince aunque Bruno Mars tira más al estribillo y al soul. Y también hay James Brown.

Ahora en el siglo XXI tenemos a Bruno Mars, un artista diferente que demuestra que no sólo de cantar se puede vivir sino que además hay que meterse en la cocina y darle muy duro a los instrumentos, a los arreglos y al descaro en las composiciones. Además una buena producción en los vídeos consigue hacer el resto hasta alcanzar más de mil quinientos millones de reproducciones en YouTube. El estilo propio es lo que define al mejor.

Mucho oro y parafernalia dorada. Bruno Mars marca estilo y territorio: cadenas, oro, coches, bandas, chicas y mucho funky, r’n’b, soul y ritmo imparable. Sello Atlantic.

No sé cuántos singles sacaron aunque es un disco tan completo que todos podrían serlo. Además de 24k magic la canción Perm es de las que, de haber sonado en los años ochenta y noventa, en los bares y discotecas, se hubiera llenado la pista.

Es muy gratificante levantarte darle la vuelta al disco y así sucesivamente hasta completar varias horas de reproducción. Y mucho baile porque si no te mueves con este disco es que tienes un problema.

Dentro del álbum, que es doble aunque sólo una solapa tiene vinilo, Bruno se ha cansado de estar sentado y ya lo está dando todo. Solo o en compañía de colegas para ofrecernos todo el ritmo del mundo

Más información | brunomars.com

Imágenes | Marcos López

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