Lo primero que se nos viene a la cabeza al recordar Fuego en el cuerpo, el notable título en España de Body heat, es el calor que hacía en la costa de Florida y que manera de sudar tenían los cuerpos de los años ochenta. Aunque lo siguiente que recordamos es el extraordinario papelón que hace Kathleen Turner, como la inocente señora Walker, enredando a William Hurt en una pegajosa tela de araña de la que no se suelta hasta el final, tarde, claro, tumbado en la celda de la cárcel y abriendo los ojos, en un plano cenital extraordinario, gritando ¡está viva!
Fuego en el cuerpo es del año 1981 aunque su temática ya era conocida. La vimos en la Doble indemnización de Barbara Stanwyck y el tontaco de Fred MacMurray bajo la mirada atónita de Edward G. Robinson. Aquí los que miran incrédulos son Ted Danson y J.A. Preston que no se pueden creer que el mediocre abogado Ned interpretado por William Hurt no pueda tener la bragueta cerrada y sobre todo no pueda reaccionar ante el caso de una viuda negra.
En algún año de los ochenta recuerdo haber visto esta película en un programa doble, en el cine Fantasio de la calle Cartagena de Madrid, junto con La viuda negra, con Theresa Russell y Debra Winger en la que también las protagonistas eran mujeres ¡y qué mujeres! Así que salí de aquel programa doble impactado y muchos años después me hacía un lío con si era Theresa Russell la que acababa la película en la tumbona o Kathleen Turner.
En una visión reciente en la eme más he podido ver y disfrutar de nuevo la película que sigue muy ardiente y fogosa con una Kathleen Turner ¡su primera película! que roba todos los planos y que lleva a William Hurt por donde quiere sólo con hurgar un poco debajo de la sábana.
A Kathleen Turner la vimos en muchas películas en los años ochenta donde demostró ser una estupenda actriz aunque sus papeles más recordados son los que hizo con Michael Douglas especialmente como la escritora Joan corriendo por la selva o por el desierto con unos zapatos planos y viviendo apasionantes aventuras. En Elepés y Pelis la recordamos también en Interferencias como una reina de la comedia.
Al personaje de William Hurt en Fuego en el cuerpo lo tiene totalmente abducido por el sexo, y por la bañera posterior con hielo para luchar contra el calor, aunque es capaz de dar un paso más y de llevarlo al asesinato de una forma fácil. Y el abogado cae en la trampa y pierde su vida además de a ella. Y mira que es tonto que hasta en la explosión final intenta salvarla.
La película la dirigió Lawrence Kasdan que debe ser de los que en Hollywood tienen un casoplón o un rancho entero en algún estado atiborrado de naturaleza. Fue su primera película como director, de la que también fue guionista, y claramente lo dio todo. Se arriesgó con el contenido, con los actores, con el ritmo y se sacudió el calor con gracia y talento. Es una película por la que no pasa el tiempo y que se puede ver y disfrutar para siempre. Quizá lo mejor, para un debut, es la simplicidad que tiene la historia que es como una oración simple de sujeto, verbo y predicado ¡ella es una mujer mala! No tiene ninguna necesidad de incluir artificios ni grandilocuencias ¡aprendan noveles!
Kathleen Turner interpreta a la seducción, a la tentación y al completo deseo que son valores ante los que no se puede mantener impasible. Y la película lo corona con un final extraordinario en la que su personaje, sigue tramando y conspirando para tener más poder, más riqueza y más facilidad para enterrar a los hombres en vida.
En la España de 1981 esta película fue una bofetada y todavía recuerdo comentarios y referencias a escenas específicas: el hielo, el tirador del cuerpo o la búsqueda por debajo de la sábana. La película fue rompedora y llevó el cine negro a una modernidad que todavía tiene mucho recorrido. De Doble indemnización hay versiones similares a lo largo de la historia, ésta, Fuego en el cuerpo, es estupenda y es imposible dar ningún cabezazo.
Más información | imdb
Sigue la conversación en @elepesypelis
Un comentario en «0»
Los comentarios están cerrados