Julia Ducournau es la directora de Titane. Habrá que revisar sus trabajos pasados o estar atento a los futuros. Titane es una película que supera las expectativas y viaja por territorios que no suelen ser los habituales. Las escenas son muy poderosas y la interpretación de Alexia por Agathe Rousselle es lo mejor de la película.
Me gustaba la historia inicial, una niña capaz de trastornar a su padre y que se ve afectada por un accidente de tráfico. El padre, interpretado por el actor, músico y director Bertrand Bonello, entiende que su hija es perfectamente capaz de sacarle de quicio y se acostumbra a ello hasta su juventud. Incluso sabe que algún día su hija acabará con él. Alexia se limita a vivir una vida de fiesta permanente, de anarquía y de disfrute carnal. Y es una asesina.
La película gira en la temática y nunca resuelve lo que pasa. Se puede decir que Alexia es una niña impertinente, que se convierte en una joven asesina, que se fusiona en una especie de androide en una relación con un coche (!), que se transmuta en un hombre sumiso y cariñoso y que termina en portadora de un bebé de acero y titanio mientras agoniza entre aceite y carburante que expulsa su cuerpo.
Es una locura de película en la que los personajes que le rodean están sometidos a mucha presión y también tienen un comportamiento extraño e imprevisible. El padre interpretado por Bertrand Bonello parece normal aunque no acepta de buen grado la forma de comportarse de su hija. El padre del niño que simula ser Alexia está interpretado por Vincent Lindon que da un poco de vergüenza ajena. Es un bombero adicto a los esteroides que dirige el cuartel de los reclutas con mano firme. Su hijo, para él lo es, es Alexia que se envuelve en vendas compresivas y dolorosas para parecer un jovenzuelo. Y siempre nos quedará la Macarena como recurso para salvar un ataque el corazón, ¡a ah!
Antes de convertirse en un hombre Alexia debe desfigurarse la cara. Las escenas son muy desagradables y totalmente fuera de lugar. Es una película muy sucia y con muchos trucos que una vez pasado el efecto teatral la hace perfectamente prescindible.
Titane pasará a la historia más por ser la película con la que se equivocó Spike Lee en la entrega de los premios de la Palma de Oro de Cannes que además ganó. Es dificil dar cabezazos en una película con tanta variedad de contenido, en un segundo pase es para dormir a pierna suelta y prescindir completamente de esta historia de acero, titanio y aceite lubricante.
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