‘Les Lyonnais’ presenta cómo perdura la amistad con el paso del tiempo

Olivier Marchal es un director de los que no se cortan rodando escenas de acción y con violencia desencadenada. En Les Lionnais no defrauda y consigue crear una película con intenso ritmo y ofrecer una historia de amistad que perdura a lo largo del tiempo. Es un gitano de fuertes tradiciones el personaje de Momon que lideraba, junto con otros delincuentes, la banda de atracadores de Los Lioneses. La película está basada en la novela Por un puñado de cerezas de Edmond Vidal, alias Momon, que presenta su vida criminal y la de su banda en los años setenta en una Francia que iba directa a la socialdemocracia.

Aunque Olivier Marchal nos hace empatizar con los malos lo cierto es que aunque son atractivos no dejan de ser unos delincuentes de corte muy violento y de golpes muy exquisitos por los importes robados. Sin embargo la amistad que une a Momon, espectacular Gérard Lanvin y a Serge, un estupendo Tchéky Karyo, se mantiene cuando son veteranos y parecen estar retirados de todo. Hay una traición, que se mantiene desde hace 35 años y que, por fin, se aclarará. En el trayecto Momon no duda y mantiene su código ético intacto.

Olivier Marchal presenta a Momon como un personaje humano, es muy familiar y con valores tradicionales. Además, no soporta la traición ni el trabajo chapucero ¡la liberación de Serge! No le gusta disparar aunque es extremadamente violento y directo. La escena de la bola de petanca metálica muestra muy bien lo que es Momon. Es cierto que los chavales que robaron una caja de cerezas y fueron castigados con un año de cárcel por ello parece excesivo aunque también fueron ellos los que eligieron un camino al otro lado de la ley y les convirtió en delincuentes desafiantes y muy peligrosos para siempre.

El inspector de policía que persigue a Momon en su madurez es uno de los personajes clave de la película. Permite enlazar la cronología entre los jóvenes y los maduros ladrones y explica las razones de la traición. Es un gran personaje que tampoco se corta en el uso de la violencia y de la ley para conseguir sus propósitos. Sabe que Momon es un hombre de honor y lo utiliza a su favor.

Ya llevamos unas cuantas películas de Olivier Marchal disfrutadas en Elepés y Pelis. No será la última. Su experiencia como policía y su talento innato para poner escenas de buenos y malos en la pantalla grande que sean digeribles por los espectadores, le convierten en un director de cine de acción estupendo sin opciones al cabezazo. Además sus personajes tienen mucha camaradería y compromiso y son muy fieles a sus principios. Y la violencia que ofrece que no tiene límites.

Más información | imdb

Sigue la conversación en @elepesypelis