La directora Mary Lambert estaba curtida en los años ochenta haciendo videoclips para la industria musical del momento: Madonna ¡Like a virgin!, Janet Jackson, Eurythmics, Rod Stewart, etc. De las largas sesiones de rodaje, de las iluminaciones, de las escenas forzadas y de la cosa onírica que formaba parte del lenguaje de los vídeos musicales parece que ha salido la película Siesta del año 1987. A Gabriel Byrne le toca enseñar el culo, aunque se encoge mucho en los planos, mientras se duerme la siesta hasta que viene la Claire de Ellen Barkin a dar guerra.
Se puede decir que Mary Lambert pudo hacer, gracias a los vídeos musicales, una película aunque después eligió trabajos más acordes con su excelente oficio, las de los cementerios vivientes, y menos con su creatividad. Así que Siesta es una película muy de los años ochenta, con escenas y situaciones que parecen salidas de un clip musical. La protagonista está muerta y no lo está ¡un Take on Me de A-ha!, el taxista es un violador implacable que además aparece por todos los caminos con el taxi negro en el Seat 1500. Además la película está rodada en Madrid y es muy divertido ver la capital de España a finales de los años ochenta que todavía era gris y fea, las cosas de Juan Barranco. Tuvo que venir el Alcalde José María Álvarez del Manzano a llenarnos la ciudad de túneles, a darle color y a facilitar que la construcción fuese generalizada.
La película tiene actores que están forzadísimos. Ver a Jodie Foster, en una interpretación que a lo mejor no le gusta al crítico de cine que empezó con Oscar Ladoire, Antonio Resines, Fernando Trueba y Fernando Colomo en el Yucatán ¡los del cine no empiezan en un garaje!, te deja bastante sorprendido. Tiene un papel ridículo, unos diálogos muy limitados y unas intervenciones poco lucidas, al menos espero que en Madrid se lo pasase bien, ¿la conocería ahí el crítico de cine? Jodie Foster parece también salida de un videoclip con ese pelo, ese vestido y esas luces con sombras.
Hasta la Plaza de Las Ventas aparece en la película con unos torerillos con los capotes al viento durante una visita turística. Las Cuevas de Luis Candelas, el Paseo de Recoletos, la Plaza de España, un pueblo que no consigo reconocer y mucho flamenco con Lole y Manuel. Además las calles del barrio, que luego se llamará de los Austrias, también aparecen en la película. En aquella época no había móviles, ni Internet, todo se recorría a pie mirando a las alturas, como buscando piso, y disfrutando del paseo.
Los extranjeros se volvían locos con lo que se encontraban en España. Y por eso parece que todos los artistas de aquel momento se imbricaron con muchos artistas de España. Veo muchas palancas con las que quizá se movieron Almodóvar, Banderas y otros artistas que se lo montaron muy bien en aquella época y que les permitió despegar.
No hay opción al cabezazo o quizá sería lo mejor, echarse una buena siesta y pasar de esta película. La duda es si la banda sonora, de Miles Davis y Marcus Miller, está a la altura o se puede usar para enriquecer el sueñecito.
Más información | imdb
Sigue la conversación en @elepesypelis
En el ‘Cabaret’ viven las esperanzas de la humanidad que huye de su decepción permanente
En ‘All that jazz’ Joe Gideon es un retrato de Bob Fosse con la vida marcada por los excesos
‘Portero de noche’ es una atrevida visión de Liliana Cavani de lo que pasa después de la guerra
En el ‘Cabaret’ viven las esperanzas de la humanidad que huye de su decepción permanente
’24 hour party people’, la música y el talento de Tony Wilson