En 1920 el italiano Guccio Gucci vendía artículos caros de cuero fino. La película dirigida por Ridley Scott, dos películas ha hecho este director en el año que cumple 83, no cuenta esa historia sino qué pasó desde que Rodolfo y Aldo, sobre todo éste último, tenían la marca muy expandida por el mundo, habían construido un negocio familiar, padre e hijo vs. padre e hijo, de altísima rentabilidad y símbolo del lujo que todavía prevalece tantos años después.
La película ‘La casa Gucci’ empieza como un tiro. La protagonista absoluta es una impresionante Lady Gaga que carga con toda la película y seduce a todo el mundo hasta que consigue su ambición de convertirse en una mujer rica, poderosa y que quiere más. Mucho más.
Entonces la película gira y Patrizia, el personaje interpretado por Lady Gaga, acumula ambición y aparentemente lía a su marido Maurizio para conquistar el 100% de la marca. Sin embargo aquí cambia la película y Patrizia descubre un Maurizio diferente que parecía dormido y discreto y que de repente controla el poder.
Aunque, y no está bien descrito en la película, parece que los Gucci no entendían de números y sólo Aldo, el personaje interpretado por Al Pacino, tenía realmente capacidad para gestionar una empresa y hasta su competencia pirata. Son muy buenas las escenas presentando al ganado y apreciando el valor de la piel de Gucci o la que explica a Lady Gaga cómo un bolso falso ofrece estatus al que lo compra por ser Gucci.
Los Gucci parece que sabían aprovechar sus oportunidades y aunque Aldo era el más listo quizá se pasaba de serlo. Así que tras su paso por la cárcel era obvio que estaba muy derrotado y agotado y que iba a caer en la tentación como hace su hijo Paolo.
Paolo es un personaje fantástico que Jared Leto ha hecho suyo y que es un completo idiota con aspiraciones que es presa fácil, muy fácil, de Patrizia y de sus artimañas. Las escenas de la presentación de cómo combinan el marrón y los pasteles es deliciosa.
El problema es que Maurizio se descubre como si hubiera estado esperando su momento toda su vida y de repente quiere vivir formando parte del lujo, creándolo, consumiéndolo y sintiéndose poderoso. Tan fuerte se siente Maurizio que decide que Patrizia se quede fuera de su camino.
Todo el momento del ascenso de Patrizia, hasta que aparece vestida de Gucci al 100%, ver imagen, se diluye como un azucarillo y clama venganza. La escena de ella acompañada de la vidente Pina, interpretada por Salma Hayek, negociando con los sicarios es fascinante.
La película es muy entretenida en el arranque y desarrollo y baja el ritmo cuando Maurizio alcanza un poder en el que no queda claro que fuese tan sólo un pamplinas. Parece que Maurizio sabe que la familia es muy importante aunque el negocio es suyo y de nadie más después de haber aguantado desplantes de su padre y de su tío.
En versión original, en inglés, los actores juegan con el acento italiano en varias ocasiones enriqueciendo las escenas aunque en italiano original esta familia y sus enredos deberían ser apasionante. ¡Y son del norte de Italia!
Para Maurizio Gucci Patrizia era una mujer que se parecía a Elizabeth Taylor. El papel de Maurizio está muy bien ambientado y Adam Driver se mueve muy bien bajo la ropa excelsa y los gestos de ser un Gucci.
Para el padre de Maurizio, Rodolfo, un Jeremy Irons perdido entre recuerdos y pasado y que permanentemente humilla al hijo, Patrizia siempre fue:
I am told she is vulgar and ambitious,
a social climber who has nothing in mind but money
(traducción libre: ella es vulgar y ambiciosa, es una trepadora
que no tiene nada en mente salvo el dinero)
Más información | House of Gucci (2021) en imdb
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