En ‘Infiel’ todo comienza con una ventolera en la que lucen las piernas de Diane Lane

Infiel son varias películas y no todas son igual de entretenidas. Diane Lane luce mucho más cuando es una mujer que descubre que puede ser atractiva, que se viste con ropas que se adaptan a su cuerpo y que disfruta con su joven amante. Sin embargo se pierde cuando es una mujer hogareña con su marido, interpretado por Richard Gere, y la madre de su hijo, que es un poco insoportable. Así que todo el arranque de la película con una escena de viento en la que lucen las piernas de Diane Lane, sus gestos, los tacones, la abertura del vestido, esa melena densa y ligera y las miradas de tentación que desliza hacia su amante Paul Martel, interpretado por Olivier Martínez.

Y Connie, el personaje de Diane Lane, empieza a sentir la tentación a la que corresponde Paul con mucha facilidad. Su amante le ofrece pasión, violencia, sexo lindando con lo animal y una atracción por ese trabajo sorprendente de comprar y vender libros y, hasta de leerlos. Toda la película tiene referencias a Colmillo blanco, de Jack London, donde hay una vuelta a la pasión animal que claramente es el motor de la película en sus primeros minutos. Además de la ventolera inicial y después de volver a la selva, Connie regresa en tren a su casa y en ese viaje recuerda todo lo vivido ¡y el espectador lo ve! y no puede reprimir la satisfactoria pasión que ha sentido por encima de los remordimientos como mujer en el matrimonio. Y después la película se pierde en una historia aburrida.

Porque Richard Gere comienza a tomar protagonismo. Su personaje Edward Sumner es un aburrido director de una empresa de seguridad que no parece saber mantener a su esposa con la pasión en el hogar a pesar de todos sus esfuerzos ofreciéndole una casa, una familia y mucho tiempo libre para estar entretenida. Aunque no le ofrece la llamada de la selva.

Edward Sumner sospecha de su mujer y le coloca un detective privado que enseguida encuentra el motivo de la dispersión de Connie. Y hasta ahí la película iba todavía bien. Lo que viene después es una llamada de la selva de Edward Sumner aunque no nos termina de llenar. Nosotros queríamos ver a Connie viviendo pasiones desenfrenadas con Paul Martel y leyendo libros que les hicieran ser una pareja apasionada y superviviente a la rutina. Y no, así que la película se mueve hacia una historia de crimen perfecto que confunde al espectador y que obliga a un cierre abrupto y sin ningún sentido.

Y había ingredientes para enredar la historia de pasión de la infiel y su amante. Las amigas en el café ajenas a la fiesta que se están montando en el baño. También la amiga en la biblioteca que siente la agresividad de Connie presa de los celos. Y sobre todo los intentos de dejarlo porque ya ha saciado su llamada de la selva aunque no sabe si todavía hay algo que pueda descubrir en su salvaje interior.

Infiel te atrapa al principio y es imposible dar un cabezazo. La escena de la ventolera a la que sigue la cura de las heridas en el baño con los tacones y falda descocada dejan a Connie a merced de la loca pasión. La actriz Diane Lane se luce al máximo con las piernas, los muslos, el pelo maravilloso, los tacones, los vestidos ligeros y las amplias aberturas mientras que en su casa es el recogimiento y el aburrimiento. Sus inquietudes salvajes no parecen tener soporte en la casa donde la familia le lastra hacia un estado en el que no se siente cómoda. Menos mal que el personaje de Richard Gere también encuentra su llamada de la selva y es posible que haya una continuación con los dos aullando junto al lago.

Más información | imdb

Sigue la conversación en @elepesypelis