En ‘All that jazz’ Joe Gideon es un retrato de Bob Fosse con la vida marcada por los excesos

En ‘All that jazz’ Joe Gideon es un retrato de Bob Fosse con la vida marcada por los excesos

Hay películas que merecen un visionado cuando seas capaz de entenderlo. All that Jazz es de 1979, tenía diez años cuando se estrenó. Recuerdo que mis padres fueron a verla al cine y al volver decían que no les había gustado, que el actor estaba fumando todo el rato y que además se moría de un infarto al corazón. Sin embargo, cuarenta años después la he visto y es una obra maestra que tiene una enorme personalidad, que aguanta fenomenal el tiempo y que es un retrato del profundo amor al baile, al espectáculo y al showbusiness. Como dice Joe Gideon cada vez que se levanta y se acicala entre tabaco, dexedrinas y agua en la cabeza: It’s showtime!

La interpretación de Roy Scheider es ejemplar. Aunque en mi infancia siempre será el policía de Tiburón en esta película hace un retrato muy fiel de lo que debía ser la vida de Bob Fosse: excesos, artista, pasión y engaño a la mujer con crueldad incluida. El Oscar se lo llevó Dustin Hofman, fue el año de Kramer contra Kramer, en 1980, andaba por el BUP y me parece que ya se anticipaba que el divorcio era un gran invento para los abogados. Aunque el baile tampoco se quedaba atrás y las academias de baile proliferaron por todo el mundo.

Y es que, mucho antes de que la montaña y los gimnasios se llenaran de ropa de Decathlon las mujeres y los hombres de todo el mundo occidental querían bailar. Con calentadores, con medias, con ropas ligeras y con complementos con los que enriquecer la acción. Y Bob Fosse en ésto fue un auténtico maestro. Los números musicales de All That Jazz siguen vigentes tantos años después. Son mágicos, con muchas cámaras para conseguir, en la sala de montaje, hacer una película que sólo puede ver un genio o un artista ¡tremendamente exigente! Una generación en España aprendió a bailar con Bob Fosse. Y hasta ahí llegó la cosa.

Y Bob Fosse lo era, por éso estos números son eternos y están copiados por aficionados y por artistas que también quisieron decir su palabra. Me recuerda la desnudez de el número de más abajo, sólo la sala de ensayo, a lo que montó Carlos Saura con Sevillanas o Flamenco dejando sólo el baile y el canto que fluyera. Como lo consigue Bob Fosse con sus artistas, su estilo y sus números musicales llenos de danza magistral.

De Roy Scheider ya hemos hablado y se podría hablar mucho más. Su interpretación es espectacular y participa en los números musicales con gran soltura. Su drama en el hospital y su recorrido por él encontrando a estupendos personajes es otro de los atractivos de la película. Además del número inicial, que dejamos para el final, también el número Bye Bye Life que representa su llegada al reino dominado por el personaje de la jovencísima Jessica Lange en el que destaca el ritmo, el estilo y la personalidad de Ben Vereen en toda la escena. Además del vestuario con esos trajes terroríficos de arterias y venas que todavía aprendíamos en el colegio.

En España Ben Vereen interpretaba al Gallito George en la mítica serie de televisión Kunta Kinte que veíamos todos los españoles que nos enfrentábamos a la democracia, mucho antes de que acabara en un comunismo cerril y desproporcionado. Justo lo que no era All that Jazz que era todo libertad, alegría, competición y trabajo por la excelencia, demasiado osada para una España todavía muy tiernita que quería crecer y desarrollarse.

La coreografía de la película es bárbara. Es otra de las capacidades de Bob Fosse al que, por la serie de Fosse/Verdon, se le nota que en aquí brilla con creces aunque también lo hace en la sala de montaje ¡donde necesitaba ayuda, impulso y reconocimiento! y también en la elección de los contenidos. ¡Bob Fosse es el director de Cabaret!

No hay ninguna opción al cabezazo y en el final, dejamos el número inicial. Es el que abre la película y nos muestra lo difícil que es el show business. En la escena está retratada la vida, los que van a un lado y a otro, los que no saben donde van, los que saben lo que quieren y los que pelean duro para conseguirlo. Cómo Joe Gideon los anima, los echa o los deprime para casi siempre ¡éso es América no España! es un prodigio de escena con la música de George Benson que, consiguió fama y éxitos gracias a este tremendo hit de On Broadway. Cualquier clase de cualquier materia con adolescentes y jóvenes podría empezar con esta escena. A partir de ahí sólo se puede mejorar.

Más información | imdb

Sigue la conversación en @elepesypelis

Entrada anterior ‘Madame web’ con Dakota Johnson yendo adelante y atrás bajo un anuncio de Pepsi
Entrada siguiente ‘Fosse Verdon’ la historia de una pareja que vivió la música con pasión y que la contagió a una generación

¡Ven a twitch los viernes!

Recent Post

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies