‘El protegido’ es una historia de agradecimiento y venganza con Maggie Q como artista total

Maggie Q es una artista total en la película El protegido. Representa a Anna que fue rescatada de niña por el asesino Moody, interpretado por Samuel L. Jackson, a punto de firmar las 200 películas en su carrera. Anna crece y bajo la sombra de Moody se convierte en una asesina a sueldo con capacidad para hacer trabajos limpios y rápidos. La película nos cuenta que Moody deja desamparada a Anna y ahí es cuando entra en juego Michael Keaton.

Michael Keaton es Rembrandt que se hace con la película en cada aparición. La química con Anna funciona estupendamente y los dos se entregan en una relación con violencia y pasión desenfrenada. Moody, que es muy Samuel L. Jackson pasado de todo, consigue hacer que las piezas encajen y el embrollo se resuelve favorablemente para el personaje de Maggie Q.

En El protegido, que no entiendo que sea masculino y no femenino, hay acción a raudales. También localizaciones muy variadas, lo mismo estamos en Londres que en Vietnam. El reparto es muy competente y el trío protagonista está excelente en las escenas de acción. Los malos son muy malos y además hay personajes en la frontera como los motorizados por Vietnam liderados por Robert Patrick al que, cada vez que lo vemos en la pantalla, nos acordamos de cómo pasa el tiempo desde aquel Terminator 2 que nos hizo vibrar en el cine.

Maggie Q se luce en todas las escenas como Anna y no se guarda nada en casa. Hace acción, romanticismo y no duda en golpear y amar a la vez. Además es muy amiga de Moody aunque lo que más me gusta es su capacidad para ser además de una excelente espía una gran conocedora de libros raros que vende en su librería. Hay muchos elementos en la trama para hacer series o películas de forma continuada o, quizás, como no salieron, al menos nos hicieron una, El protegido.

Samuel L. Jackson está en la película como el gran protector de Anna. Él la hizo como es y la cuida porque le apetece. La tiene muy bien entrenada y sabe perfectamente de lo que es capaz. Sus apariciones en la película son algo confusas, un poco como la trama, que presenta el pasado, luego el presente y después nos muestra a un personaje del pasado que en el futuro alcanza mucho poder. Así que hay que ir contra él. Y no será fácil.

Es una película entretenida, se puede ver sin dar ningún cabezazo y las casi dos horas de duración se pasan volando entre golpes, calambrazos, localizaciones y el trío protagonista que llena la pantalla en cada intervención.

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