‘El país de los sueños’ y las aventuras de Nemo en Slumberland

‘El país de los sueños’ presenta la historia de una niña llamada Nemo que viaja al país de los sueños donde vive Flip, un excéntrico personaje que se convierte en un compañero y en un guía. La niña quiere recuperar a su padre y para ello tendrá que buscar perlas y escapar de horribles pesadillas.

La película está basada en Little Nemo una obra maestra de Winsor McCay escrita y dibujada hace más de cien años. Nemo vive sus aventuras en Slumberland y marcaron un antes y un después en el arte del cómic e inspiraron a artistas tan diversos como Robert Crumb o Federico Fellini. Ahora también ha servido de inspiración para Slumberland, la película que se puede encontrar en Netflix, y que ofrece emoción y muchas aventuras para disfrutar en familia.

Los sueños de este pequeño e inquieto personaje inspiraron a generaciones de artistas a través de sus peripecias semanales, que le hacían viajar de la cama a Slumberland (el país de los sueños), un reino onírico de pintorescos compañeros, arquitectura elaborada, entorno psicodélico y emocionantes aventuras. La cama de Nemo con vida propia debía ser una imagen aterradora para los lectores de la época. Ahora es muy natural y divertido y una máquina estupenda para moverse por los sueños.

La película presenta a Nemo como una niña que vive múltiples escapadas nocturnas con excelente narración, aventuras, escenarios espectaculares y mucho ritmo además de extraordinarios detalles arquitectónicos.

Winsor McCay creó un personaje que forma parte de la historia cultural de la industria del ocio y de los medios de comunicación estadounidenses. La película recoge el mensaje y ofrece aventuras, deleite visual y muchas referencias culturales que surgieron del talento de uno de los artistas más innovadores de la historia del cómic.

El director de Slumberland es Francis Lawrence que se lo pasa fenomenal con tan buen guión y que ofrece a los actores espacio para divertirse. Jason Momoa es Flip y es un excelente personaje lleno de cariño, vividor, aventurero y muy gamberro. Su conexión con la niña es total y además el peluche del cerdito consigue hacerles un trío peculiar aunque muy divertido.

Me gustó mucho Slumberland, son historias fascinantes llenas de imaginación que vale la pena conocer y que ayudan a transportarse a países fantásticos. No hay cabezazo posible. En el cómic siempre se terminaba igual ¡despiertos y fuera de la cama! y en la película triunfa el final feliz.

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