‘El corazón del bosque’, las miradas de la posguerra en la montaña cántabra

‘El corazón del bosque’, las miradas de la posguerra en la montaña cántabra

Manuel Gutiérrez Aragón dirigió en 1979 la película, El corazón del bosque, una historia de perdedores en la que triunfa el paso del tiempo para curar las heridas. Sin embargo, uno de los maquis, interpretado por Norman Briski, se arriesga a permanecer en el bosque hasta que al final, muy al final, es capturado.

La película es compleja y densa. Incluye abundantes paisajes, del valle del Pas, días de lluvia, planos estáticos y la mirada de Norman Briski para llenar la pantalla. Cuando aparece la civilización, que afortunadamente no se para y sigue avanzando, son los ojos y el estilo de Ángela Molina los que llenan la pantalla. Es una gran actriz Ángela Molina en sus inicios y Manuel Gutierrez Aragón lo tenía claro desde Camada negra, una película también difícil de clasificar y con un estilo del que el director, seguro que bien aconsejado, se fue alejando en su brillante carrera en el cine.

Víctor Valverde toca el saxofón en la banda del pueblo que marca el ritmo de las fiestas y del baile. Y enamora a la joven Ángela Molina que acepta vivir en la montaña criando vacas y cuidando de su hermano que se acerca entre los maizales. Son espectaculares algunos de los planos a ras de suelo mostrando la dureza de aquella vida que, además, eligió el maqui protagonista.

La película es coral y aparecen otros personajes muy atractivos. En Elepés y Pelis somos muy fans de Santiago Ramos y aquí es simpático verle huir de la lucha absurda, tanto tiempo después, y elegir la vida familiar del pueblo. Entre acabar en la cárcel o vivir una vida su personaje elige la segunda opción.

Es una buena película El corazón del bosque, los actores están excelentes aunque Norman Briski se los come a todos desde su cerrazón, coraje y elección de vida en constante enfrentamiento. No se puede dar un sólo cabezazo y se difruta del sonido, de las imágenes y de las posiciones de la cámara. En aquella época no había drones y se nota claramente que Manuel Gutiérrez Aragón realizó una película con mucha innovación, experimentación y pasión. Es algo que en el cine español se echa mucho de menos, arriesgarse y dejar un producto que perdure en el tiempo.

Más información | imdb

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