El final de la segunda guerra mundial dejó a los pilotos sin contenido ni batallas que librar. A pesar de ello los valientes soldados americanos seguían alistándose queriendo hacer carrera militar y servir por su país. En la película Devotion se cuenta la historia de un par de pilotos de caza de la Marina estadounidense que luchan, todavía con aviones de hélice cuando el vuelo a reacción ya se empezaba a popularizar, en la guerra de Corea.
La película se centra demasiado en cómo el piloto Jesse L. Brown tiene que luchar contra los elementos que tiene alrededor para hacer carrera en el ejército. Y ahí la película se hace cansina porque el personaje interpretado por Glen Powell se quiere volcar en ayudarle y al final se pierde entre tantos problemas a los que se enfrenta el personaje, real, interpretado por Jonathan Majors. Lo mejor de la película es que aparece Elizabeth Taylor.
La actriz Liz Taylor está en Cannes presentando una de sus películas en los años cincuenta y el encuentro con el piloto Jesse L. Brown es divertido y bien argumentado. La actriz ya era un mito entre los ciudadanos americanos, y en el mundo occidental también, y su encuentro con un soldado tan apuesto, digno, valiente y atrevido está muy bien retratado. Forma parte también de la historia de la película cómo sus colegas de escuadrilla no le creen cuando les dice que están todos invitados a la fiesta de Liz Taylor. Todas esas escenas ¡con peleas incluidas por tierras francesas! son de lo mejor de la película. Además de que Jesse L. Brown se maneja estupendamente con el francés.
También hay buenas batallas aéreas y pruebas heroicas del piloto Jesse L. Brown aunque desobedeciendo órdenes. Su valentía por destruir defensas antiaéreas entre los coreanos y los chinos comunistas está muy bien presentada y se entiende que el piloto sea considerado un héroe.
El personaje interpretado por Thomas Sadoski también me gusta mucho. Interpreta a Dick Cevoli que lidera la escuadrilla y que va viendo cómo sus pilotos van cayendo, ahora por torpeza al despegar del portaaviones, por peleas aéreas y por el trágico final del héroe que sucumbe en el frío después de ser abatido en el aire. Su compromiso por conseguir el triunfo en la batalla y por el reconocimiento de la escuadrilla es memorable.
Es una película bonita Devotion aunque se centra demasiado en los dilemas del piloto Jessee L. Brown. Después de su muerte la camaradería entre los dos héroes se mantiene y la relación con la viuda deja escenas muy sinceras y emocionantes. No se da ningún cabezazo y las escenas aéreas son magníficas aunque es un momento de transición. Las batallas se empezaban a ganar en el aire y las hélices tenían que dejar paso a los motores a reacción.
Por eso ganar un combate aéreo contra aviones a reacción es difícil de creer aunque también es verdad que un piloto dominando su avión de hélice puede ser más preciso que un piloto con escasa experiencia yendo con una nave a reacción.
Más información | imdb, ‘Devotion’ en Prime Video
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