Alejandro Monteverde se pasó el día 7 de mayo de 2024 por el cine Verdi de Madrid acompañado de Adolfo Blanco, socio fundador y presidente de A Contracorriente Films, para presentar Cabrini, una mujer italiana. Alejandro nos ofreció cinco años de su vida por dos horas de nuestro tiempo. Y bien que las merecen porque Cabrini es una película ejemplar, con valores extraordinarios, con personajes fascinantes, además de Cabrini las figuras del Papa, el arzobispo y el alcalde de Nueva York, serán recordadas siempre y con una ambientación de la miseria a la que se enfrentaban los inmigrantes italianos a la tierra prometida a finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
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El director mejicano vuelve a trabajar junto a Angel Studios, con quien ya estrenó el año pasado el fenómeno mundial Sound of Freedom. Cabrini cuenta la historia real de una mujer monja pobre y audaz que con una enorme fuerza de voluntad, valor y habilidad para los negocios fue capaz de enfrentarse a los hombres, de poner a los compatriotas italianos que emigraban en el mapa y de ofrecerles respeto, cariño, trabajo y confianza rompiendo las barreras que los americanos ¡que inmigraron antes! les marcaban denigrándoles y ofreciéndoles los peores empleos. Incluidos los niños.
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UNA MUJER ITALIANA (CABRINI) muestra la vida y el legado de la religiosa italoamericana Francesca Cabrini, mujer que fundó la congregación de las Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús en el siglo XIX. Nombrada Patrona de los Inmigrantes y primera ciudadana estadounidense en ser canonizada por la Iglesia Católica. Cabrini dedicó su vida a los más vulnerables y desfavorecidos sólo con la armadura de sus hábitos, el ejército de sus cinco monjas más una prostituta fascinada por la fuerza de la religiosa. Y es que Cabrini tenía una voluntad de hierro capaz de quebrar el escudo del hombre que era el que ostentaba el poder.
La película tiene una buena ambientación de Nueva York a finales del siglo XIX. La protagonista absoluta, está en todos los planos, es Cristiana Dell’ Anna que es Francesca Cabrini. Además aparecen, e interpretan estupendamente con una iluminación y recreación extraordinaria, John Lithgow, David Morse, Giancarlo Giannini ¡mi favorito y además Papa! y Jeremy Bobb que además ya salía en The Knick, aquella serie fantástica sobre el hospital en Nueva York y que tiene en común con Cabrini cómo se construían alianzas entre los ricos y poderosos para conseguir ofrecer servicio para los necesitados.
Jeremy Bobb interpreta magistralmente a Theodore Calloway un periodista al que Cabrini recurre para mostrar, primero la miseria de sus compatriotas, y segundo, la fuerza de su proyecto sanitario en la ciudad. Y consigue que la prensa le apoye y le ayude a difundir su trabajo y misión.
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A Francesca Cabrini el mundo se le quedaba pequeño. Ella quería ir a China a cuidar a los niños y el Papa, en una visión de ayudar a los inmigrantes que llegaban a Nueva York y se encontraban una ciudad construida sobre los muertos en vez de calles asfaltadas en oro, la manda a la ciudad que nunca duerme. ¡Qué más da empezar por Oriente e ir a Occidente que al revés!
Y consigue triunfar aunque tiene que pelear duro y sobre todo enfrentarse a los hombres más poderosos. Se los encontraba casi de casualidad aunque era capaz de reconocer su valor y sabía cómo podía actuar con ellos para conseguir sus propósitos. Un talento Cabrini además de maravillosa mujer siempre dispuesta a ayudar y colaborar mientras su cuerpo se iba consumiendo por dentro. Menos mal que al final su enfermedad no le frenaba sino más bien lo que le motivaba a ser mucho mejor. Y vaya si lo consiguió.
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La película dura un poco más de las dos horas que nos decía Alejandro Monteverde al principio de la proyección aunque se pasan volando. No se da ningún cabezazo y la película es una historia de aventuras con malos malísimos, el Alcalde de Nueva York era un pieza contra Cabrini ¡muchos años después llegó a la alcaldía Rudy Giuliani!, y con personajes entrañables como los amigos Enzo y Paolo víctimas del abuso en el trabajo infantil aunque es lo que había en aquella época. Cabrini animó a sus compatriotas a hablar en inglés y su formación, en sus orfanatos, les permitía aprender inglés, italiano y muchas habilidades para enfrentarse a la vida.
El tráiler muestra la espectacularidad de la producción y no cuenta la película. Es un potente reclamo aunque está en español. Recomiendo ver la película en versión original y disfrutar del inglés y sobre todo del maravilloso italiano. La película tiene, en ocasiones, música demasiado solemne aunque encaja bien con la imagen. En otros momentos la música es más suave y relajada y hay hasta ópera. Y es que Cabrini era capaz de quebrar las más altas barreras de resistencia de los hombres apelando a su corazón y a su espíritu. Y también a su ambición.
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Imagen | Marcos López (en cine Verdi)
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