Armaggedon time está dirigida por James Gray. El director tiene unas cuantas películas que no nos dejan indiferente aunque en este trabajo creo que no ha dado con la tecla. Es una película que más que lenta es que no termina de arrancar. El niño protagonista, que no es adolescente, se tira toda la película siendo un idiota y metiéndose en problemas sin necesidad.
Son niños revoltosos y con escasa madurez. Los dos amigos son muy enredadores y no parecen entender las circunstancias de la sociedad de los años ochenta en la que la autoridad era un valor esencial. Sin embargo el niño protagonista sí que respeta, escucha y admira al abuelo, que es un ejemplo de autoridad, y no se comporta igual con sus padres o, cuando le toca, con la policía.
Así que el mejor personaje es el abuelo que junto con los mayores de la familia configuran un núcleo duro muy escéptico con la deriva republicana del país. Parece que ven peligrar sus derechos adquiridos después de ser inmigrantes y temen las políticas de Ronald Reagan que llegará y que traerá lo que se llamó la guerra de las galaxias y la amenaza nuclear.
La madre está completamente perdida durante toda la película. El padre es un idiota que no sabe cómo gestionar a su hijo y con el que tiene una separación infinita. Al final de la película parece que hay opciones para mejorar aunque no queda claro.
El amigo del colegio es un desarrapado y escasamente maduro también. La vida que viven los niños no se reconoce en lo que deberían ser los ochenta donde había sueños e ilusiones. El niño protagonista es un soñador que no encuentra su lugar en el mundo y que nunca lo va a encontrar con esa actitud.
Armaggedon time ofrece una visión muy parcial de los años ochenta, parcial y que quiere condicionarnos. Nos muestra una visión crítica ante la llegada de Ronald Reagan a la presidencia de los Estados Unidos. Y no, no creo que si hubiera habido otro presidente los niños protagonistas hubieran hecho otras cosas, especialmente porque su comportamiento y su actitud es muy ridícula.
Hemos visto casi simultáneamente dos visiones de la infancia en dos películas. Ésta, Armaggedon time y Los Fabelman. En la película de Spielberg el niño tenía claro lo que quería hacer con su talento. Y aquí el niño Paul Graff no muestra ningún talento, un poco con el dibujo, aunque no llega a desarrollarlo ni a trabajarlo con la fuerza necesaria. Y Estados Unidos sí que es una tierra de oportunidades y un lugar para cumplir los sueños. Probablemente Paul Graff evolucione con el tiempo a un pesado como Michael Moore aunque a lo mejor se convierte en un asistente de Donald Trump para desesperación del abuelo.
Armaggedon time es una película que se deja ver aunque da opción al cabezazo. La ambientación es adecuada y los actores están muy bien, hasta el niño que interpreta a Paul Graff hace una interpretación magnífica de un niño pesado y enredador poniendo cara de haba escuchando al abuelo, al padre y a la madre.
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