‘Algo de Tiffany’s’ es una bonita historia romántica para la Navidad

Algo de Tiffany’s, o en inglés, Something from Tiffany’s, sí es una película romántica y adecuada para la Navidad. Aunque no tiene mucho color rojo y verde, triunfan más los marrones en la ciudad de Nueva York, sí hay escenas de Navidad, la nochebuena y el año nuevo. Y en ambos días pasan cosas que nos gusta ver porque al final triunfa el amor.

La película es tierna y amable. Se pasa a toda velocidad y tanto los protagonistas como los secundarios están estupendos. La hija del protagonista, que se llama Daisy, es clave en el devenir de la historia. También la amiga y socia de la protagonista sirve para complementar, hacer avanzar la acción y sobre todo refrendar lo que todos estamos viendo ¡cómo triunfa el amor!

Los protagonistas están interpretados por Zoey Deutch y Kendrick Sampson que tienen mucha química y que consiguen que salten chispas cuando comparten la escena. La película cumple con todas las premisas para ir capturando nuestra atención. Una situación absurda que genera algo que pasa entre personas ¡el amor! y que el espectador reconoce rápidamente. Luego el momento en el que parece que ¿¡no va a triunfar!? si todo está a su favor y ¿por qué no se dan cuenta? Y entonces el desenlace final con más subidas y bajadas de emociones. ¡Hay que verlo todo!

Zoey Deutch está estupenda, mejor en versión original, hablando a toda velocidad y siendo muy consciente de cómo le está pasando algo que ¡es mejor que pase en Navidad! Y es que el pamplinas que tiene de noviete es un sin sustancia que se va difuminando conforme la figura del personaje interpretado por Kendrick Sampson se hace más grande.

Hace una gran interpretación Kendrick Sampson acompañando a sus parejas. Sabe lo que tiene que hacer y se contiene en su interpretación. También tiene una novia un poco egoista y antipática que muestra escaso cariño hacia Daisy, que, ya hemos dicho que es clave en la película.

Y luego está Tiffany’s que es una protagonista más en la película y que es el catalizador del amor. La tienda sabe cuál es su negocio y haciendo una película lo vende mucho mejor. Es un lugar mágico en el que las emociones y las experiencias se desparraman desde los mostradores con la ayuda de los vendedores que saben identificar lo que el cliente necesita. Y aquí la vendedora es fundamental para conseguir generar las emociones que irán surgiendo en la película.

No hay tiempo para cabezazos en Algo de Tiffany’s. Después de ver la película apetece ir a Nueva York, apetece ir a comprar a Tiffany’s, apetece sentir el cariño, compartirlo con nuestras parejas y sobre todo disfrutar de la Navidad.

Más información | imdb

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