Fernando Colomo es un gran director de comedia. Ha hecho muchas películas en las que nos reímos sin parar y lo hace con ritmo, excelentes actores y una gran dirección para conseguir que lo que está en su imaginación se traslade al espectador.
Creo que nunca había visto Alegre ma non troppo del año 1994, estaba a punto de ir a hacer la mili y de entrar en el mercado laboral. El guión es de Fernando Colomo y Joaquín Oristrell, que, años después también se atrevió con la dirección. Sin embargo Fernando Colomo tiene ese talento de haber visto muchas películas americanas, la loca comedia, y de entender perfectamente el lenguaje y la presentación.
Soy muy fan de Óscar Ladoire y creo que es el auténtico amante del cine, que no se ha querido forrar, y que disfruta haciendo lo que le gusta hacer: poner caras inexpresivas, hacer avanzar la acción y sentirse muy libre con sus personajes. También hubo mucho éxito eligiendo a Rosa María Sarda que en esta película me recuerda al personaje de Carmen Machi en Ocho apellidos vascos, y que hace avanzar la acción a toda velocidad. Enorme actriz de comedia siempre esperando a tener un personaje atractivo para lucirse con brillantez.
Además está Penélope Cruz que seguía subiendo hacia el infinito y que en esta película todavía hacía un personaje sin excesivo protagonismo aunque relevante para hacer avanzar la historia. Está con un pelo corto, atractiva, divertida, juguetona aunque no termina de convencerme. Y luego está Pere Ponce que hace un papel tremendo y se lleva toda la película bajo los hombros. Es rápido, directo, alegre, triste, deprimido y toca la tuba con estilo.
Las comedias son para que los actores se luzcan. Tiene que haber puertas, carreras, persecuciones ¡un autobús Alsa bloqueado por una furgoneta!, silencios, sorpresas y hasta diálogos utilizando la tuba cuando es necesario. Se echa de menos a Jordi Mollá que aparece en algunas escenas y luego desaparece. También Nathalie Seseña se luce en sus apariciones desafiantes, o Luis Ciges como abuelo del personaje interpretado por Pere Ponce que ofrece descaro y que le da igual todo lo que pasa a su alrededor. Y también un conserje interpretado por Javier Cámara que movía los codos para hacerse con su sitio en el cine.
La música también es parte fundamental en las comedias locas y aquí es hasta protagonista. La JONDE es un personaje más tocando melodías que están integradas en la historia de maravilla. Es una película muy buena, sin riesgo de dar cabezazos, rápida, directa y excelentemente dirigida sin ningún momento de descanso.
Más información | imdb
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