El tío Charlie más famoso del cine es el que interpretó Joseph Cotten en La sombra de una duda de Alfred Hitchcock. Ahora George Clooney, como director, nos trae un tío Charlie encantador, cariñoso y tierno que, además, tiene un bar con el nombre de The Dickens, una pandilla de amigos y muchos libros entre las botellas. Ben Affleck es el tío Charlie del joven protagonista JR (sin puntos, a pesar de lo que diga el New York Times), que significa junior y que genera, cuando JR es niño, que no tenga identidad ¡búscate una le dice su padre!
La película The tender bar es una sorpresa que se disfruta en plataformas digitales. Es una película tierna, amable, entretenida que cuenta hechos de la infancia y la juventud de JR, basado en el autor J.R.Moehringer, que sitúa las memorias ¡las memorias están de moda! al final de los años 70 y el inicio de los 80. La banda sonora acompaña con una canción al final, Do it again, de Steely dan que sirve para dar contexto a una escena, que aparece en la novela y que aquí aparece en los títulos de crédito, con el tío Charlie y sus magníficos amigos, los sospechosos habituales del bar, acompañando a JR en su infancia a pasar un día en la playa montado en el Cadillac. Y es que The bar tender cuenta la búsqueda permanente de la libertad y de no resignarse a un destino que no se quiere.
Max Martini es el actor que interpreta a la voz, el padre de JR, que vive en las ondas de radio y que no ejerce como padre. Es un personaje muy competente que sólo se descubre al final, cuando JR entra en la etapa adulta, y que se convierte en un mito caído sirviéndole a JR a encontrar su camino y matar definitivamente al padre.
La etapa infantil de JR es muy atractiva en la película, el actor Daniel Ranieri, es muy tierno y cariñoso y se deja querer con los actores con los que interactúa. Es muy divertido verle en el bar compartiendo momentos e interactuando con el tío, el barman, y los amigos sospechosos habituales de The Dickens.
La película es tendenciosa en lo que le pasa a JR a lo largo de su adolescencia y juventud. Y es que las diferencias sociales, más que las raciales, son uno de los motores de lo que impulsa a JR. Su amistad en la universidad de Yale es con niños ricos ¡que pagan su carrera sin becas! y su amor es con una chica de la parte baja de la clase alta ¡es hilarante el día después en Navidad compartiendo desayuno con los padres de su novia! Así que JR muestra cómo su necesidad de escalar en la sociedad requiere mucho más trabajo que a otras personas que ya tienen el estatus. Y el estatus de JR es ser miserable ¡todos viviendo en la casa del abuelo! y él quiere salir de ese entorno y convertirse en otra cosa.
Tye Sheridan es el JR joven y adolescente. Aunque la emoción de la película se mantiene es cierto que la narración decae un poco porque se ha perdido la ternura que ofrecía el JR infantil ávido de aprender con los mayores y viviendo sus propias experiencias de descubrimiento.
La entrada de JR en la Universidad de Yale se representa de forma ligera y es una pena. Hay dos escenas estupendas, la de más abajo, que aparece el profesor demandando a los estudiantes a leer Ilíada y Odisea de Homero ¡dónde empezó todo! Y la otra escena es el encuentro hablado entre Sidney, la joven estudiante de clase no tan alta, con JR en la que con una mirada y una diálogo rápido salen disparados hacia la relación que marcará a JR, hasta nueve veces de rupturas indican en la película, hasta la boda final de Sidney. La cara del joven compañero de habitación de JR también sirve para entender que en ese primer contacto hay fuego y pasión.
The tender bar tiene detalles bonitos aunque es una película pequeña. La redacción de The New York Times se muestra poco aunque hay planos que permiten intuir cómo era la profesión de periodista a principios de los años ochenta. Hay un plano corto con un periodista al teléfono ¡con el cable! en el que pregunta ¿y qué pasó? Una de las primeras lecciones del periodismo, saber el qué. Sólo con esa escena ya sabemos que la prensa cuando muerde no suelta a la presa.
Y en general la recreación de la película es estupenda. El barrio de la casa del abuelo con ese recorrido inicial del padre dando vueltas a la manzana hasta llegar al mismo sitio. También el Cadillac del tío Charlie con ese estilo americano y capaz de meter personas hasta el infinito para ir a pasar un día a la playa o al campo. La Universidad de Yale, que ya hemos comentado, o la redacción del periódico. La selección musical también es adecuada para la época.
George Clooney como director nos ofrece costumbrismo americano y no hay espacio para el cabezazo. Quizá la segunda parte es más sosa que la iniciática primera parte con la infancia de JR llena de descubrimiento: la familia, la idealización de la voz en la radio, la búsqueda de la identidad, la figura del tío Charlie, el abuelo socarrón o la amante madre que no puede salir del hoyo siendo secretaria aunque, tiempo después, llegue a vender seguros de vida.
The tender bar es una historia bonita, emocionante y que quizá con el paso del tiempo cobre más relevancia, o no y la olvidemos. Ben Affleck soporta todos los planos con brillantez y su gestión desde el bar es impecable, tanto que sabe marcar la trayectoria de los estudiantes recién graduados ofreciéndoles la primera copa de su vida e indicándoles que ¡en su bar siempre beberán lo que les sirva la primera vez!
Más información | imdb
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