‘The equalizer 3’ presenta a un Denzel Washington compasivo, humano y brutalmente violento

‘The equalizer 3’ presenta a un Denzel Washington compasivo, humano y brutalmente violento

No me acuerdo de nada de las películas previas de la serie The Equalizer con Denzel Washington como protagonista absoluto interpretando a un hombre bueno aunque cuando saca la violencia reparte más que a una estera. Bueno sí, me acuerdo que en la primera de la serie, del año 2014, defendía a un personaje interpretado por Chloë Grace Moretz, una actriz que lamentablemente no termina de encontrar su camino y mira que tiene películas bonitas. La que sí parece que lo ha encontrado es Dakota Fanning que coincidió con Denzel Washington en El fuego de la venganza en el año 2004 cuando tenía diez años y se llamaba Pita.

En The equalizer 3 Dakota Fanning, como Emma Collins, no necesita defensa aunque la complicidad con el personaje Robert McCall es total y desde el primer encuentro físico en ese café al que nos gustaría ir, queremos que su relación fluya y que haya ayuda y colaboración. Además de humanidad, toda la que es capaz de construir el personaje de Denzel Washington que no puede sino admirar a los que le ayudan y enfrentarse, él solito, con la mafia. Los malandros tienen a los habitantes del pueblo, que es idílico, dominados y lo que te apetece es darles en la cara con los besugos del pescadero a los tontanes de la mafia. Por eso la escena del restaurante con el aprendiz de mafioso, acosador e impertinente, es maravillosa.

La película transcurre entre el amor y el cariño que atrapa y que devuelve amplificado Robert McCall y las tundas de palos que imprime a los malos. Hasta que se mete con quién no debería y ahí hay otra película. Aunque a este hombre no hay nada que le detenga ni que le frene. Y va con todo lo que tiene. No se guarda nada.

El director de The equalizer 3 es Antoine Fuqua al que se le nota que le gusta trabajar con Denzel Washington. En cuanto puede le pone a golpear, a clavar objetos punzantes, a retorcer brazos y a dejar a los malos en un estado lamentable si no directamente matados y bien muertos.

A Denzel Washington se le nota una evolución hacia Steven Seagal con esas camisas tipo guayaberas cerradas hasta el cuello y anchas en la zona de las caderas para disimular el paso del tiempo. Reparte a la misma velocidad aunque las luces con los claros y oscuros le sientan fenomenal.

Y es que lo mismo es capaz de retorcerte el brazo con la camisa negra y los labios sellados que echarse unos abrazos y unas sonrisas de complicidad con la camarera del café ¡al que queremos ir para que nos den café cuando pidamos té! con la misma camisa y mostrando una sonrisa con todos los dientes blancos y perfectos.

Puede ser que caiga algún cabezazo si te aburren las peleas de un, dos, tres ¡leñazo! aunque Denzel Washington hace un papel de tierno y cariñoso con sus amigos y salvadores mientras muestra su cara más violenta y despiadada con los enemigos de sus amigos. Toda la película te la pasas preguntándote, ¿qué necesidad tiene este hombre de meterse en tantos líos?

Más información | imdb

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