La película The black phone está ambientada en Denver en el año 1978. En los Estados Unidos hay mucho loco suelto y uno de ellos es The grabber, el personaje que interpreta Ethan Hawke, que se dedica a secuestrar a niños hasta que los asesina y los entierra en el sótano. Toda la película está condicionada por la existencia de un teléfono negro que, aparentemente no funciona aunque sí lo hace con un niño especial.
Y es que el protagonista de Teléfono negro, Finney y su hermana Gwen, tienen poderes más allá de lo normal y pueden, él hablar con los niños muertos y ella soñar con la realidad alejada de su espacio y de su tiempo. Los dos serán capaces de aprovechar esta oportunidad o poder especial y salir de la pesadilla generada por The grabber. La tremenda lección para Finney es que este secuestro le servirá, y ahí está la tremenda metáfora, para salir reforzado en el ambiente de acoso escolar en el que estaba sumido en el colegio.
La hermana de Finney, Gwen, es de lo mejor de la película. Sus apariciones son espectaculares y llena la pantalla en todo momento. Es valiente, decidida, cómplice con su hermano y sobre todo le quiere buscándole hasta el final. Su comportamiento con la policía es hilarante y tiene una personalidad arrolladora.
Gwen tiene visiones y es muy consciente de ello. Es capaz de hablar con Jesús y no duda en reprocharle que no le ofrezca las mejores imágenes y que sea ella la que tenga que hacer el esfuerzo de interpretar y entender las señales. Es todo un personaje y la interpretación de Gwen que hace Madeleine McGraw es espectacular. Sucede lo mismo con el Finney de Mason Thames que es magnífico y por el que sufrimos durante toda la película.
Y es que ver a Finney en Teléfono negro es sufrir por él. Al principio de la película hay un grupo de abusones que le acosan, le rodean y que también consiguen romperle la cara mientras el pasivamente acepta. Sólo un amigo le defiende y en clase casi nadie quiere estar con él hasta que él descubre que sí hay alguien que quiere conocerle más. El final de la película presenta a un Finney completamente transformado siendo él el que elige lo que quiere hacer con su vida.
Una historia de transformación es The black phone aunque nos lo hace pasar muy mal. Y es que el personaje interpretado por Ethan Hawke, con escasos diálogos e intervenciones, es el mal personificado. Es un personaje temible al que resulta difícil verle la cara porque se la cubre con máscaras inquietantes. En los Estados Unidos de la época se convierte en un personaje escurridizo al que la policía le cuesta encontrar y detener. Hasta que la audacia y la valentía de Gwen y Finney logra triunfar sobre el mal.
No hay opción para dar ningún cabezazo en Teléfono negro. Es una película de profunda tensión y de impotencia porque se sufre cada plano por la vida de los dos hermanos. Son lo mejor de la película por su amor y cariño incondicional y porque tienen que aguantar a un padre que está un poco perdido en la vida. Sin embargo los niños encuentran su camino y se convierten en temibles ¡habría que hacer otra película para ver cómo crecen!
Más información | imdb
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