Las reporteras del New York Times Megan Twohey y Jodi Kantor presentan en la película She said, una de las historias más importantes de una generación. Y es que consiguieron que se rompiera el silencio por las agresiones sexuales en Hollywood y especialmente con uno de los productores de cine más exitosos del cine de los años noventa y principio del milenio.
El impacto que tuvo la noticia, como se indica al final de la película, ha sido enorme en la sociedad occidental y no sólo en la industria del cine. La película aprovecha esa conclusión para contarnos una historia que tampoco tiene mucha trama. Y es que desde que las periodistas encuentran el filón y hasta que lo terminan desarrollando para su publicación todo son búsquedas, llamadas telefónicas, sesiones de trabajo e indagación hasta conseguir el compromiso definitivo.
La película no oculta su su posicionamiento y los personajes de las actrices Zoe Kazan y Carey Mulligan están desde el principio alineadas contra el productor y se mantienen así durante toda la película. Especialmente divertido es el momento en el que el productor llega a la redacción y la periodista interpretada por Carey Mulligan no parece escuchar lo que le está diciendo y mantiene una imagen de profundo asco e indignación ante lo que está escuchando.
El periódico muestra su alineamiento también con las redactoras que están apoyadas por la siempre estupenda Patricia Clarkson aunque aquí está fuera de lugar. La película sólo cuenta las idas y venidas de las reporteras, se abusa de los planos con llamadas al teléfono móvil, y la actriz está desdibujada aunque apoya a sus reporteras completamente.
La película es lenta y sus más de dos horas de duración se pasan o buscando información viajando en busca de actrices o colaboradoras de la productora, o haciendo/recibiendo llamadas en el móvil. Así que algún cabezazo se puede dar. El final es el esperado y conocido por todos y quizá lo más interesante de la película es ver cómo se puede descubrir a un monstruo a través de coraje, información, dedicación y pasión por el trabajo de informar. Y al final, también, hacerlo caer, aunque el productor explica que, además de defenderse con todos los recursos posibles, se va a retirar a hacer otra cosa. Y por ahí debe seguir.
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