¡Mójame! gritaba una persona cuando volvía a casa mientras llovía muy ligeramente por Madrid. ¡Mójame! gritaba Carmen Maura en aquella película que ambientada en Madrid ponía a su protagonista debajo de un chorro de agua regando la calle. Y ahora también ¡Apágame el fuego! que grita Marisol Ayuso en la película Mi otro Jon. El primero lo gritaba porque se lo estaba pasando bien disfrutando Madrid, la segunda porque tenía mucho calor en la ley del deseo y la última cuando quiere cumplir su sueño imposible. Un sueño que le ofrece a ella y a sus otras dos amigas, Merche, el extraordinario personaje que interpreta Carmen Maura, porque sabe que le queda poco por vivir aunque la ilusión y la alegría por querer hacerlo de la mejor forma posible consigue contagiar a sus amigas, a su familia y a ella misma. Y también a Jon, un entrañable personaje interpretado por Fernando Albizu con devoción y ternura.
Todos los actores, sin excepción, están espectaculares, magníficas las cuatro actrices María José Alfonso, Marisol Ayuso, María Luisa Merlo y Carmen Maura, que es la que quiere ayudar a sus amigas a cumplir sus sueños imposibles. Y mención especial merece Carlos Santos como Marc, el yerno de Merche, que cada vez que aparece maneja la situación con maestría, aguanta la mirada, comparte sorpresas y emociones y sobre todo ayuda a que se desarrolle la comedia.
Es una película con muchos ingredientes de comedia y muy bien administrados. Hay puertas aunque más que puertas son escaleras y pasillos de una mansión muy especial. También llamadas telefónicas con Marc y el recepcionista del hotel interpretado por Ninton Sánchez ¡a la que le preocupa su madre!, de bebidas alcohólicas que generan reacciones sorprendentes en los que las beben. Y además hay fantasmas muy divertidos, ciencia ficción con unos científicos locos, una inteligencia artificial muy especial y unos niños, que están estupendos, preocupados por la salud amorosa de sus padres y encantados con su abuela.
Siempre lo cuenta Paco Arango, el director y guionista de Mi otro Jon, cuando explica lo que es vivir en un hospital la pérdida de un guerrero y simultáneamente recibir la noticia de que otro vivirá. Esa montaña rusa de emociones y sensaciones está en la película con esa alegría de vivir, de cumplir sueños, de disfrutar de la familia y de los amigos. No hay ninguna opción al cabezazo, la película tiene ritmo, es una historia muy divertida y emocionante, la música es estupenda y colocada en los momentos oportunos para enfatizar las escenas y en la que además ¡hay soul y funky! para bailar.
Más información | imdb
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