‘Los años desnudos. Clasificada S’ o cómo encontraron nuevos caminos las mujeres en la transición española

‘Los años desnudos. Clasificada S’ o cómo encontraron nuevos caminos las mujeres en la transición española

A finales de los años setenta la industria audiovisual española se quitó el tapón que tenía y liberó un atasco impresionante produciendo un montón de productos llenos de creatividad, ganas de vivir, libertad, diversión y mucha fantasía. Y también hubo muchas porquerías y contenidos que no valían para nada aunque con el paso del tiempo al menos permiten retratar lo que pasó. En España es muy difícil hacer un diagnóstico del momento que fue la transición, demasiados intervinientes, demasiados intereses, demasiados activos para repartir y gestionar, aunque el intento de Los años desnudos no está nada mal.

La película cuenta una historia de cómo tres mujeres encuentran un camino para seguir creciendo y alejarse del ambiente rural o marginal del que proceden. No todas encuentran el mejor camino y el personaje interpretado por Goya Toledo sucumbe a todos los vicios y tiene acceso rápido a todos los placeres prohibidos hasta entonces. El personaje más atractivo es el de Candela Peña que reconduce su carrera desde el despelote fácil ¡lo exige el guion! hasta conseguir ser una actriz que interese al mercado. Y el personaje de Mar Flores, que no interpreta mal porque no tiene que interpretar sólo estar, es el que también tiene fácil reconocimiento en España, una mujer que desde su ruralidad crece, aprende, se prepara y puede acceder a las élites que mandan y gobiernan convirtiéndose en una referencia apalancándose en su belleza y discreción.

La dirección y el guión de Los años desnudos es de Dunia Ayaso y Félix Sabroso que disfrutan haciendo la película aunque todavía podrían haber hecho un producto mejor. Creo que el material les da de sobra para hacer una serie e incluir muchos más personajes y posibilidades para retratar la época o simplemente para, a partir de la película, contar lo que pasaba en aquella época en España. Y éso es tan difícil por todas las visiones que había: políticas, empresariales, artísticas y el pasado que no se podía borrar tan rápido.

Hay personajes adicionales, interpretados por hombres, que son un poco ridículos. El director de cine clasificado S interpretado por Antonio de la Torre está muy poco desarrollado y, a pesar de sus limitaciones, no consigue subirse en el tren de las nuevas producciones. Su incapacidad artística, mostrada en una entrevista con Susana Estrada haciendo de periodista, hace que tenga que volver al pueblo dejando tras de si un reguero de películas para el consumo rápido y unas lanzaderas para muchas de las actrices que dirigió.

El otro personaje personaje que es cruel, malvado y ladino es el de Luis Zahera que consigue que el de Mar Flores acceda a un entorno que nunca llegó a soñar y al que, sin embargo, se adapta a toda velocidad. Hasta se gana el respeto de la sirvienta que la trataba como una provinciana.

Es una película muy entretenida e interesante aunque se me ha quedado algo más corta en la ambición inicial que tenía. Una pena aunque muy recomendable porque tiene ritmo y ambientación más que correcta. No se da ningún cabezazo aunque alguna escena puede dar lugar a ello.

Más información | imdb

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