‘La mejor oferta’ o cómo Geoffrey Rush nos traslada al mundo del arte y del sentimiento

‘La mejor oferta’ o cómo Geoffrey Rush nos traslada al mundo del arte y del sentimiento

La mejor oferta (The best offer) es una película sobre el arte con un personaje magnífico, interpretado por Geoffrey Rush, que además nos muestra sus sentimientos despacio, con gestos, y con miradas. La escena en la que aguanta el plano después de lanzar las flores al aire y esperando a que caigan sobre él es estupenda y permite ver el compromiso del actor con el personaje.

Y es que Virgil Oldman es como aquel crítico gastronómico que vimos en Ratatouille. Un hombre solitario, muy clásico, amante del arte, con mucha soledad a sus espaldas y con el gusto por las cosas bien hechas, por la belleza y por las emociones que pueden generar. Además es un personaje sin empatía y que no conoce nada de los que le rodean o con los que trabaja. Sólo quiere el arte bueno y lo quiere sólo para él. Es un excelente negociador que siempre sale beneficiado en su gestión, hasta que se enamora.

Extraordinario cartel para una película amante del arte y de los sentimientos

La mejor oferta es la que siempre se lleva Billy, interpretado por Donald Sutherland al que siempre veremos como saliendo del tanque de los violentos de Kelly, bajo las órdenes de Virgil. Billy es un personaje que presenta al artista tramposo y resentido al que le gusta el arte aunque no tiene la visión romántica y épica de Virgil. Es el capacitador de la riqueza espiritual y romántica de Virgil y el que le ayuda a satisfacer su deseo de admirar la belleza en una cámara secreta llena de tesoros femeninos de todos los tiempos.

Además están Jim Sturgess, como un estupendo manitas que sabe demasiado de la personalidad del personaje interpretado por Geoffrey Rush. Lo hipnotiza, le engaña y le lleva por territorios que Virgil no sabía cómo recorrer porque nunca estuvo allí. Y Sylvia Hoeks interpreta al objeto del deseo de Virgil. Es la belleza que ve en los cuadros personificada, se hipnotiza, se fascina y se convierte en su atracción principal sin saber que él es el cazado.

Geoffrey Rush se las prometía felices con sus flores y terminan volando y cayendo sobre él en una escena para la historia del cine

Geoffrey Rush también sabe negociar y sus interlocutores son víctimas propiciatorias. Él las engaña, las engatusa, las lleva por laberintos con salidas que sólo conoce él. Y todo para hacerse con un patrimonio que le llena y que disfruta en absoluta soledad.

Como el crítico gastronómico de Ratatouile, el marchante Virgil hace casi todo solo. Y con guantes

La música de Ennio Morricone enriquece las imágenes e ilustra los ánimos de Geoffrey Rush. Es romántica, chirriante y antipática. Y luego es el terciopelo que hace que Virgil seduzca y admire a la criatura terrestre que bajó de las paredes donde tiene a sus admiradas mujeres. Sus cuadros representan el tiempo pasado en el que se quedó Virgil y del que saldrá de una forma muy abrupta.

No hay ninguna oportunidad para dar un cabezazo en La mejor oferta, al revés, la atención durante la primera parte de la película es máxima para intentar entender qué está pasando y por qué al personaje de Geoffrey Rush le seduce y le apasiona la mujer oculta. La segunda parte es el romance y el engaño final que deja a Virgil bailando en un artefacto similar a un giroscopio.

Más información | imdb

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