‘La banda Picasso’ es cuando Fernando Colomo se convirtió en un artista de la Belle Époque

‘La banda Picasso’ es cuando Fernando Colomo se convirtió en un artista de la Belle Époque

En el año 2012 Fernando Colomo presentó La banda Picasso. Es una historia ambientada en el París bohemio de 1911, con alguna licencia en el tiempo, en el que los artistas pasaban mucha hambre y miserias hasta que encontraban benefactores para su trabajo. También si un artista era capaz de romper las barreras de lo convencional o de lo tradicional entonces podía dejar atrás la miseria y alcanzar el reconocimiento.

En La banda Picasso se muestra al artista malagueño pasándolo mal en París aunque empieza a romper moldes. Junto con Georges Braque definen el cubismo, junto a la belle Fernande Olivier descubre el amor y los celos, y con Guillaume Apollinaire consigue ir entrando en el mundo de los mecenas y de los artistas. La banda Picasso está ambientada es el final de la Belle Époque aunque todo eso da igual porque Fernando Colomo en vez de hacernos una bohème nos presenta un robo en el Louvre ¡La Gioconda! y el resultado es un poco desastre.

La banda Picasso tramando cómo elegir al siguiente incauto para satisfacer sus necesidades básicas

La banda Picasso está mal presentada. Hubiera sido más fácil y más entretenido mostrar lo difícil que lo tienen los artistas. Picasso tenía treinta años en ese momento y todavía seguía intentando encontrar su hueco en la pintura. Junto con Georges Braque, que pegaba unos buenos puñetazos ¡y se muestra poco en la película!, definen el cubismo y lo ponen en práctica en sus obras. Además empieza a competir por tener un reconocimiento de otros artistas y, en especial, Matisse con el que el desencuentro es permanente.

El personaje de Guillaume Apollinaire es tremendo. Es un artista de la palabra, del amor y del romanticismo. Además es un emigrante en un país extraño y un devoto hijo que admira y que teme a la vez a su madre. Su personaje es un regalo para el actor Pierre Benezit que se mueve como pez en el agua en un entorno de pobres y ricos con las palabras que además suelta como una ametralladora anticipándose al pensamiento de los espectadores. Un gran personaje que se desdibuja al final de la película.

Picasso y Fernande Olivier en un momento de ocio después de cobrar

El personaje de Fernande Olivier es otro que no está bien presentado. Es una mujer al servicio de Picasso aunque con ideas y pensamientos propios. No le gustan los celos de Picasso y disfruta viviendo la vida de París. Se maneja muy bien con los amigos de Picasso y sabe interpretar lo que pasa alrededor. Ayuda a Picasso aunque sus celos consiguen expulsarla del momento. Una mujer con mucha fuerza que en la película también se diluye al final de la película y deambula por la pantalla.

Otro personaje fantástico de la banda es el Barón, interpretado por Alexis Michalik, que es capaz de provocar terremotos por donde pasa con su personalidad arrolladora, su histrionismo, su carisma y su capacidad de convicción. Es un caramelo de personaje que sin embargo se pierde entre robos de esculturas ibéricas en el Louvre y chantajes a sus amigos para no ser descubierto.

El cartel de La banda Picasso. Todo mal, ni es una banda, ni es de Picasso, ni son delincuentes, ni ladrones. Sólo son supervivientes y artistas

Aunque la historia de La banda Picasso no funciona sin embargo hay una escena que es muy divertida y que sabe sacar al Fernando Colomo de la loca comedia. Cuando Picasso y Apollinaire están delante del juez, y así empieza la película, y él le pregunta a Picasso si conoce a Apollinaire. Picasso lo niega y la cara de Apollinaire es de sorpresa e incredulidad total. Ese momento vale por toda la película.

También la ambientación de la estación de tren, que parece el Museo del Ferrocarril de Madrid, el vestuario y los interiores son magníficos también ¡una sábana para hacer tabiques en las casas! y una visión de un París bohemio en 1911.

Que la Gioconda desaparezca del Louvre, que Picasso y Apollinaire sean detenidos por ello, que hayan robado bustos de estatuas ibéricas no aporta nada a la historia, más bien facilitan los cabezazos, y nos sacan de la película. La banda Picasso podría haber sido una comedia loca con toda la capacidad de Fernando Colomo para mostrarnos una Belle Époque extraordinaria con unas ganas de transformación y cambio en las artes, pintura, escultura y escritura, como pasa y pasará a lo largo de la historia de la humanidad.

Más información | imdb

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