Phoebe: Hey. Don’t we get a phone call?
Sheriff Domingo: Sure you do. Who you gonna call?
En 1984 además de que Simply Red se animó a fichar por Elektra en España la cultura americana creció con fuerza gracias a películas como Ghostbusters dirigida por Ivan Reitman. Tres chalados, más una incorporación posterior, deciden emprender una batalla contra criaturas fantasmagóricas lideradas por la guardiana de la puerta y el maestro de las llaves. Contra esos fantasmas y seres del más allá un científico loco armado de artefactos que emitían rayos y voltajes compromete a sus amigos en una caza llena de humor y diversión para los adolescentes de los ochenta.
Un montón de años después han lanzado la película ‘Ghostbusters: afterlife’ dirigida por Jason Reitman, el hijo de su padre, y muchos actores de aquellos primeros cazafantasmas. Ver de nuevo a Bill Murray, Dan Aykroyd, Ernie Hudson y hasta Sigourney Weaver es divertido y resulta muy entretenido aunque el mayor homenaje y donde surge la emoción es con la aparición de Harold Ramis.
Y no es el único que consigue llenarnos de emoción, también ver cómo moquete se ha hecho mayor o cómo el coche de los cazafantasmas vuelve a rugir además de que los lanzadores de rayos mantienen su nivel de incertidumbre en su fiabilidad.
Una película que empieza de una forma muy similar al cine que veíamos en los años ochenta: un suceso extraño, una historia atractiva, unas expectativas que se incrementan y ¡arranca la música!
La historia es muy entretenida y las aventuras de la madre y de sus hijos permiten empatizar rápidamente con los personajes. Es más sencillo el personaje ligón y aguanta mejor la película la joven actriz Mckenna Grace como Phoebe.
Phoebe es muy lista, es una muy digna heredera, y enseguida es capaz de enlazar contenidos para hacer avanzar la historia hasta un desenlace final que, aunque lo hemos visto ya, nos gusta y nos divierte ver de nuevo.
Más información | imdb
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