‘Entre pillos anda el juego’ o lo bien que le sienta a Eddie Murphy hacer comedia en compañía

Por Entre pillos anda el juego el tiempo pasa estupendamente. Además de que el reparto y los perfiles de los personajes están muy bien definidos la historia es muy divertida con drama y comedia repartidos en toda la proyección. Hay unas escenas que siempre me parecieron extrañas, que son las de la fiesta en el tren con los monos, el auténtico y el que interpreta James Belushi ¡el mejor actor para muchos! Son imágenes que sirven para entender cómo deshacerse del detective comprado con la información del zumo de naranja congelado. En esta película aparece la cotización de las tripas de cerdo además de otros contenidos propios de los mercados capitalistas y que, lamentablemente, se ha ido perdiendo y diluyendo entre el lenguaje comunista que nos rodea.

Y Eddie Murphy está mucho mejor en compañía. Aquí se maneja muy bien cuando está con Don Ameche y Ralph Bellamy aunque la mejor relación es con Dan Aykroyd. Además hay dos actores secundarios de lujo que son Denholm Elliott y Jamie Lee Curtis. Entre pillos anda el juego está dirigida por John Landis que mete ritmo y excelentes personajes en una historia muy divertida que se genera por una apuesta ¡de un dólar! entre unos entrañables, aunque tremendamente competitivos y comisionistas, abueletes.

Jamie Lee Curtis realiza un papel muy similar al que, afortunadamente, veríamos años después en Un pez llamado Wanda. Esta actriz está profundamente unida al universo Halloween aunque para mí siempre será la joven prostituta con conocimientos del mercado para ahorrar y hacerse notar en la vida con sus peluca, su vestuario, su hermosa juventud y con la generosidad de enamorarse en el momento adecuado en el lugar oportuno.

Dan Aykroyd es un actor muy competente que realizó muchas películas en los años ochenta. Es un actor cómico que sabe dosificar sus intervenciones para hacer avanzar la película. Aquí tiene momentos muy divertidos vestido de Papá Noel con todas las partes blancas del traje convertidas en grises y mugrientas, además de que su forma de comer el salmón es épica. Y también vestido de pordiosero en la comisaría antes de ser ayudado por la Ophelia de Jamie Lee Curtis. Y por supuesto con el traje y la corbata que no mueve ningún músculo para abrir la puerta. Un auténtico gentleman que, años más tarde y porque no podía haber sólo uno, se convertiría en un yuppie.

Y Eddie Murphy que ya estaba en plena carrera, aunque mucho mejor cuando está acompañado, ofreciendo mucho humor y liderando escenas como la del soldado del Vietnam paseando en el carrito hasta que llegó el milagro. Al actor también le sienta bien la cárcel con diálogos y escenas rapidísimas y también le sienta fenomenal el traje cruzado para hacer, apuestas dice él, operaciones en los mercados financieros para sus nuevos jefes. Hasta que ¡no hay que decir nada ni en los ascensores ni en los retretes! se entera del plan y se anima a provocar la revolución.

No se puede dar ningún cabezazo en Entre pillos anda el juego. Es una obra maestra que perdura en el tiempo y una comedia loca con dos ancianos entrañables y una pareja de jóvenes que aprende una de la otra provocando situaciones muy divertidas. Y luego está Jamie Lee Curtis que luce todos sus encantos para hacer que el pobre rico se convierta en un hombre y que sus ahorros se conviertan en un excelente plan de retiro. Además hay una historia de amor simiesca que todavía perdura, seguro.