No me gustan las películas de terror aunque la aventura del Demeter es muy prometedora e ilusionante. Básicamente cuenta la historia de cómo el Conde Drácula se traslada a Londres desde el Mediterráneo utilizando un cargamento intrigante. Desde Rumanía unos zíngaros llevan unas enormes cajas con tierra entre las que se oculta el vampiro y los seres que le dan de comer. Toda la travesía se convierte en una suerte de cubrir la necesidad de mantenerse vivo eligiendo víctimas a las que chupar la sangre.
Y ésa es la limitación de la aventura así que el director, André Øvredal tiene que tirar de recursos adicionales para que la película avance. Aunque lo hace de forma brillante porque convierte al barco, del siglo XIX, en un protagonista más. Y vemos al Demeter por arriba, por fuera, por dentro, surcando los mares y finalmente convertido en los restos de su naufragio. Y aquí hay licencias adicionales que son divertidas y que hacen ver que la historia puede tener más aventuras mientras Drácula busca a su Elizabetha.

Javier Botet encarna al monstruo al que nunca termina de verse claramente porque la ambientación y los efectos visuales están perfectamente conseguidos. Es inquietante, tenebroso, terrorífico y hasta genera ternura por su fragilidad. Hasta que se convierte en una amenaza total e implacable.

Porque cuando esperas que los marineros tienen la caza lista, el vampiro es capaz de convertir la situación en una ventaja para él y en un terror para los despistados marineros. La cámara recorre el barco, sube por los mástiles y acompañamos al vampiro por el espacio aéreo en una caza brutal y desesperada por la supervivencia de perseguidor y perseguido.

Hay dos personajes estupendos además del niño y del capitán del barco. El polizonte, porque nunca llegó a inscribirse, Clemens, y que además es una oportunidad para seguir haciendo contenido con él. Y Anna, la despensa que lleva Nosferatu en la bodega del barco y que pronto se rebela contra su amo. No hay espacio para el cabezazo y se disfruta mucho el barco y las apariciones de Drácula que no dejan indiferente. Cuando la cámara se pone de su parte es intrigante y temible y estás esperando cuál será su estrategia para terminar con el naufragio del Demeter.
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