Christoph Waltz fue un perfecto malvado en la película de los bastardos. Quentin Tarantino supo sacar de él un personaje vil e implacable. En Dead for a dollar Christoph Waltz es un cazarrecompensas escasamente convincente que parece perdido en la película. Sólo cuando dice que se va a tomar un trago o cuando tiene que coger el winchester parece que se mete en el personaje. En general se le nota perdido y muy confundido por la misión encomendada.
La película es un trabajo impecable de Walter Hill que sabe contar la historia. La ambientación del Oeste, es 1890, lleno de polvo, en un Méjico lleno de corruptos y de bandidos es estupenda. Hay un personaje muy interesante que es el Joe Cribbens de Willem Dafoe ¡qué talento tiene este actor! que se lo pasa estupendamente saliendo de la cárcel y dejándose tratar como el mercenario, tramposo y temerario que es. Quizá ése era el cazarrecompensas que debía tener la película.
Walter Hill dedica la película a Oscar «Budd» Boetticher, el director de cine del período clásico de Hollywood que rodó westerns de bajo presupuesto con artistas como Randolph Scott en la década de los cincuenta del siglo veinte. Quizá esas películas inspiraron a Walter Hill para crear atmósferas de buenos y malos, de traidores y de venganzas.
Aquí la ambientación es estupenda aunque se nota el bajo presupuesto. Las ventanas lucen como deben ser, escasamente transparentes ofreciendo imágenes difuminadas. Sirven para enmarcar las miradas de Rachel Brosnahan a la que tampoco se le ve meterse en la película. La atmósfera de polvo se amplía con un tono marrón de tierra en suspensión que impregna cada escena. Hay suciedad, la cárcel de Joe Cribbens con paja por el suelo de la celda, el hierro y la madera. Los caballos y los jinetes están magníficos y las escenas de acción no están mal. Son violentas y contundentes ¡estamos viendo un western! aunque no son salvajes o crueles.
La película parece que avanza como en una obra de teatro, es muy lineal y como con sujeto, verbo y predicado. No hay ningún artificio narrativo y lo que se ve es lo que hay. También hay transiciones en los planos con animaciones y degradados y el ritmo no decae aunque los personajes no terminan de convertirse en contundentes.
El más interesante, además de Joe Cribbens es el Tiberio Vargas de Benjamin Bratt al que todos temen y del que saben que es mucho más que una amenaza. También el asistente de Tiberio Vargas interpretado por Luis Chávez es otro personaje muy interesante con una historia tremenda, un estudioso de leyes que salió de Méjico y que volvió a su país para aliarse con bandidos ¡queremos una película para su personaje de Esteban Romero!
A Rachel Brosnahan, como Rachel Kidd le sobra contundencia aunque la actriz no termina de ser tan especial como su personaje. Es una mujer valiente, decidida, con ideas muy claras y firmas. Es capaz de disparar una pequeña pistola y al final también de ejecutar su venganza. Sobrevive a las barbaridades que hace su marido y sus cicatrices son su peaje para triunfar y liberarse.
La escena de Rachel Kidd en la bañera ¡quitándose la tierra y el polvo de las aventuras! con Max Borlund no funciona y éso que es un clásico del cine. No genera ninguna tensión y al actor austríaco no se le ve nada enganchado a la situación de tener a una mujer atractiva, fuerte y decidida, desnuda, a escasos centímetros de su presencia. La película claramente falla por el cazarrecompensas que debería ser el héroe de la película además de seductor y despreocupado en el amor. Finalmente los personajes, como lo que se a través de las ventanas, se difuminan y sólo queda la historia que pudo ser.
Dead for a dollar, en España El cazador de recompensas, es un western escrito por Walter Hill junto a Matt Harris. Además de Christoph Waltz, Willem Dafoe y Rachel Brosnahan aparecen Hamish Linklater, como el marido insoportable y traidor y Brandon Scott y Warren Burke como los soldados negros del ejército, el primero desertor y el segundo con un lío en su cabeza.
La película cuenta la historia del soldado desertor Elijah Jones que ha secuestrado y retenido en Méjico a Rachel Kidd, una elegante mujer y de buena familia. Su esposo contrata al legendario cazarrecompensas Max Borland para traerla de regreso a Tejas. Además el peligroso pistolero Joe Cribbens sale de prisión buscando venganza contra quienes lo enviaron entre rejas, por ejemplo Max Borland. Y además está Tiberio Vargas que quiere rapiñar todo lo que puede para sacar tajada de las broncas entre los americanos. Todos consiguen que no haya cabezazos en este western romántico y con poca violencia desatada de Walter Hill.
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