Al sur de Granada es una compleja visión de Fernando Colomo que analiza lo que pasa en la llegada de un inglés a las alpujarras de España a principios del siglo XX. Fernando Colomo se divierte mostrándonos al inglés, un poco perdido, no sólo en el idioma, sino también en las costumbres. Aunque aprende rápido y junto con el personaje interpretado por Willy Toledo, consigue hacerse con el cariño y el respeto del pueblo.
También es una visión del pueblo, muy cerrado y con unas historias internas eternas y clásicas de España que Goya retrató hace muchos años. El cura enamorado de la rica, los pobres que se dejan hacer hijos por los ricos y los caciques que se enfrentan entre ellos. También cuenta la alegría de vivir porque aunque seas pobre y miserable, siempre hay una oportunidad para tomar vino en el campo al fresco mientras se canta, se baila y se ríe.
Al sur de Granada está basada en la autobiografía de Gerald Brenan y cuenta la llegada de un inglés que busca la soledad en un pueblo lejano de las alpujarras. El personaje de Gerald Brenan está muy bien interpretado y se deja querer, por Matthew Goode. El actor seguía desarrollando su carrera y en 2003, cuando rodó esta película, todavía le quedaban seis años para llegar a ser Adrian Veidt/Ozymandias en Watchmen. En Al sur de Granada hace un papel romántico mientras se deja descubrir por los habitantes de las alpujarras. Además aprovecha sus oportunidades y no duda en conseguir la atención de las más jóvenes y de una en especial.
De la película es difícil entender la elección de Fernando Colomo como director. Es una película que celebra a un profesional de cine aunque pierde a un artista para la comedia. Colomo se lo pasó muy bien preparando todas las escenas, la ambientación, los diálogos, los personajes, sin embargo la película no termina de funcionar porque no hay comedia y la historia avanza sin apenas sorpresas.
Es muy intersante la relación entre el cura y la rica del pueblo, espectaculares Antonio Resines y Ángela Molina, y también es muy destacable el final de la película en el que el inglés se encuentra con la madre de su hija y la pasión de ella, tantos años después, no tiene ninguna correspondencia.
Es una película triste en el que el pueblo de la España parece que está condenado a repetir las historias de ricos y pobres para siempre y ahí es donde la dirección de Fernando Colomo no luce para nada. No se da ningún cabezazo aunque los mejores momentos se disfrutan con las intervenciones corales, que, quizá, es lo que buscaba Fernando Colomo, hacer escenas corales de drama, aunque él donde lo borda es en la comedia.
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