El otro día escuchaba en @EsRadio a Luis Herrero hablar del contador de garbanzos. En inglés es bean counter y la traducción podría ser, el entusiasta de los números. En la película Acción judicial (Class Action), es un empleado especializado en cálculo actuarial y es, claramente, el que ayuda a la empresa a decidir cuál es el escenario más favorable según lo que cuentan los números. Cuando no existía la responsabilidad corporativa ni el riesgo reputacional, las empresas maximizaban los beneficios. Ahora no está tan claro aunque, a cambio, también hay muchas menos empresas.
La película tiene esa escena como clave del juicio en el que un abogado, que representa a una víctima de un traumático accidente, tiene que enfrentarse al equipo de abogados de la empresa. Y la líder del equipo es su propia hija con la que mantiene una relación muy tensa por un pasado muy festivalero de su padre que, vivió con intensidad, la época hippy americana mientras se convertía en un abogado socialmente muy comprometido.
La película tiene dos partes diferenciadas. El enfrentamiento y reconciliación del padre, interpretado por Gene Hackman y la hijja, interpretada por Mary Elizabeth Mastrantonio. La película está dirigida por Michael Apted que sabe crear ritmo, tensión y que consigue interpretaciones de los actores de gran intensidad y brillantez.
La que más sorprende es Mary Elizabeth Mastrantonio que realiza una interpretación magnífica y que, además, se deja fotografiar y se muestra radiante en todos los planos. En esta película el pelo casi siempre lo tiene recogido o no se muestra apenas y su rostro luce estupendamente en todas las escenas. La confrontación con Gene Hackman es muy intensa y los dos se realimentan en las escenas de tensión con finales abruptos.
Maggie Ward es la hija disgustada, tantos años después, con su padre. Aunque la madre hace de dique en el enfrentamiento familiar todo cambia cuando se muere de forma fulminante y sólo quedan el padre y la hija. Este contenido es el que mantiene la película viva durante muchos minutos aunque el momento judicial también tiene mucha importancia.
Hay dos personajes claves en el juicio, el científico que analiza el vehículo y el especialista en cálculo actuarial. Uno es fácil de desacreditar, quizá demasiado, y el otro es imposible de contener y el final del juicio se precipita con un claro ganador, el abogado interpretado por Gene Hackman. La película juega a mostrar cómo su hija le ofrece información, sin quebrantar los principios que tienen los abogados, y todos salen ganadores. Aunque la hija tendrá, se supone, que acabar en el bufete de su padre.
En el equipo de los abogados de las causas perdidas, que muchas veces, como aquí, son los ganadores, está Nick Holbrook interpretado por el actor Larry Fishburne, así se llamaba entonces, y ya iba consolidando su carrera como actor con más de cien películas a sus espaldas. ¡Cómo pasa el tiempo!
Aunque el objetivo de la película era conocer qué era aquello de los contadores de garbanzos, lo cierto es que tiene mucho más. Unas excelentes interpretaciones, magníficos enfrentamientos familiares, empresas que pelean por la rentabilidad y un buen caso judicial que se resuelve de forma contundente. No es posible dar ningún cabezazo y es una de las películas en las que Gene Hackman hace una interpretación dramática de gran nivel.
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