‘Cuatro bodas y un funeral’ y los mejores amigos para ir de fiesta
Cuatro bodas y un funeral ilustra perfectamente el cine de los años noventa. La generación boomer había llegado a la madurez y las bodas se reproducían por todas partes. La pandilla de amigos se acercaba a las bodas aunque enseguida les tocaba a alguno de ellos pasar por el altar y aquello se disolvía como un azucarillo. Después de tanto años sabemos que las mejores amistades son las que se mantienen vivas día a día y sobre los que aparecen en Cuatro bodas y un funeral se puede pensar que todavía se comunican y se ven a menudo. Ya pasaron...