Sandra Bullock se pone rubia para recrear a Leigh Anne Tuohy, la madre valiente que identifica todo el potencial de Michael Oher y que le ayuda para convertirlo en una estrella del fútbol americano desde la secundaria y el bachillerato. Michael Oher era un chico sin hogar y traumatizado porque su familia original iba más allá de la desestructuración. Su madre tenía un comportamiento muy destructivo y tenía hijos con mucha facilidad, así que Michael Oher tenía también muchos hermanos aunque, en la película, sólo saluda a uno de ellos en una emocionante escena.
La escuela en la que empieza a educarse Michael Oher es una escuela con profundos valores religiosos que le impactaban porque, lo único que había visto, eran personas violentas, pandilleras y delincuentes durante toda su vida. Cuando descubre a Leigh Anne Tuohy decide protegerla a toda costa y ése será el valor que descubre su nueva madre y que se convertirá en el mejor activo de Michael para ser un jugador de fútbol excepcional.
La película está estupenda porque te va llevando por todas las emociones que puedes tener al ver una película así. La madre original devastada, los pandilleros que vivían con Michael. También su vida en solitario lavándose la ropa en la lavandería, su esfuerzo por aprender y hasta su desafío a la familia que lo acoge porque llega a dudar de si le quieren a él o a lo que se puede convertir para conseguir un retorno económico.
Además la familia que lo acoge y en la que se convierte en un miembro más. Sus hermanos, cómo lo quieren y le abrazan. El pequeño es listo para la comedia y ayuda a conseguir imágenes de gran humor que consiguen hacer reír hasta a Michael. Y la hermana, interpretada por Lily Collins, también le quiere y le demuestra mucho cariño. El padre, interpretado por Tim McGraw también se muestra muy receptivo aunque es la madre interpretada por Sandra Bullock la que coge las riendas y pone a todo el mundo a seguir y a empujar para conseguir la progresión fantástica en lo educativo y en lo deportivo de Michael Oher.
Supongo que Sandra Bullock tuvo que aceptar interpretar con mucho rigor y exactitud a Leigh Anne Tuohy y eso hace que sus dotes interpretativas no consigan salir más allá de la rigurosidad de ser la madre de Michael. Nos hemos perdido a la Sandra Bullock cómica, también dramática y también morena, porque el rubio no le sienta muy bien. Si tiene escenas potentes como la que le sirve para demostrar a Michael cómo tiene que jugar al fútbol americano en la defensa del ataque, y la cara que le pone el entrenador, interpretado por Ray McKinnon, es muy divertida.
La otra escena cómica y que permite recordar la película es el momento en el que aprende a defender al jugador rival y lo lleva hasta el final del estadio arrastrándolo mientras es grabado por su hermano. La visión del vídeo por los ojeadores universitarios da lugar a buenos minutos de entretenimiento y de diversión. Y de paso permite, una vez más, ver la extraordinaria competitividad de los americanos y la fuerza para comprar y vender cualquier cosa.
La película no permite tomar ningún cabezazo y se ve con profunda emoción y ternura. Es una historia de superación ejemplar con una profesora particular, interpretada por Kathy Bates, que consigue ayudar a Michael hasta llevarlo a la Universidad y de ahí a la gloria.
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