Sandra Bullock es Birdee Calvert que se vuelve a vivir a casa de la madre, una taxidermista que tiene la casa llena de animales disecados, con su hija, una encantadora Bernice interpretada con brillantez por Mae Whitman. Y es que su marido le declara la infidelidad en un programa de máxima audiencia y además con su mejor amiga. Quizá es lo que le pasa a la película que tiene demasiado contenido ¡tantos como animales disecados en la casa! y la historia se pierde entre tantos detalles. En el final Birdee Calvert se encuentra con el joven que lleva toda la vida enamorado de ella. Se trata de Justin Matisse que está sosamente interpretado por el artista Harry Connick Jr.
La madre de Birdee Calvert es Ramona Calvert que está magníficamente interpretada por Gena Rowlands. El marido infiel es Bill Pruitt, de Michael Pare, que también es muy simplón. Sólo sirve para poner a Bernice en todo lo alto en una de las mejores escenas de la película, cuando la niña se quiere ir con su padre y no lo consigue a pesar de todos su intentos. Una crueldad los padres separados utilizando a sus hijos en el proceso.

Algo le falla a la película y no sé lo qué es. Sandra Bullock está estupenda en los momentos de comedia y de drama. Es una estupenda actriz y se involucra en cada escena. Aquí hace un momento de comedia brillante cuando tiene que, en compañía de su madre y de su sobrino, animar a su hija. Y lo consiguen. También de drama, en el programa de televisión al inicio de la película al descubrir la infidelidad o cuando, estando borracha, se muestra transparente con la audiencia en el bar.
Quizá falla Harry Connick Jr. que es muy soso y que no consigue despertar en el espectador ningún interés a pesar de que él está totalmente enamorado de Birdee desde que era la reina y la campeona del colegio. La espera toda su vida y quizá llama la atención su marcha a California y su regreso, quizá con el rabo entre las piernas o sin cumplir sus expectativas, no queda claro, y así se puede encontrar con Birdee mientras se construye una casa preciosa ganándose la vida lijando estanterías.

Hay un personaje en la familia, además del padre con alzheimer en la residencia, que es muy atractivo y que nunca llega a coger vuelo. Su personalidad es apabullante y sirve como pegamento en varias escenas. Se trata de Travis, interpretado por Cameron Finley, que se mueve por la casa disfrazado, haciendo sonidos en vez de hablando, o participando de la fiesta de forma comprometida. Es un niño al que parece que ha dejado de lado su madre y no se entiende por qué. Tampoco se comprende qué se quiere decir con éso porque aunque la relación entre la madre y la hija es complicada tampoco se explica que tuviera que salir huyendo más allá de porque los hijos tienen que abandonar el hogar.

Ha dirigido varias películas Forest Whitaker, creo que lo hace muy correcto aunque el guión no termina de ser contundente. Es como si sobre una idea original y elaborada fueran luego añadiendo ideas y al final no se entiende y nos distrae. Es mucho más fácil, en los primeros trabajos, ser ligero, no contar muchas cosas, hay que ir al grano. Y si la historia no es atractiva pues hacer otra, no por añadirle contenido se puede salvar una historia aburrida: mujer engañada por su marido que vuelve al hogar familiar y encuentra un amor que le quiere y al que ella se aferra. No se da ningún cabezazo porque siempre sabes que Sandra Bullock está salvando la escena, y aparece en casi todas.
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