‘Robot salvaje’ con una inteligencia artificial capaz de aprender, de sentir y de querer a los animales

‘Robot salvaje’ con una inteligencia artificial capaz de aprender, de sentir y de querer a los animales

La robot Roz ha naufragado en una isla sin humanos aunque llena de una fauna de lo más divertida y animada. Es una inteligencia artificial (IA) que aprende a toda velocidad aunque su programación base es notable. Quizá una de las escenas más potentes es cómo aprende que tiene que hablar con animales y decide, porque puede, aprender el idioma de todos los animales. Y éso es un recurso excelente en la película para convertirla en la interlocutora de todos los animales para que todos se entiendan y se respeten. Aunque ahí la película ya ha evolucionado tanto como la IA que amuebla a Roz.

Roz está programada para resolver tareas y la que le hace cambiar definitivamente, convirtiéndose en otra cosa, es el cuidado que tiene que hacer de un ganso recién salido del huevo. Tiene que darle de comer, enseñarle a nadar y sobre todo aprender a volar. El problema es que el ganso no está al 100% de su capacidad y tiene limitaciones físicas. Así que la madre, porque Roz decide que su tarea es ser madre, le pone empeño peleando con todos y contra todos para conseguir realizar la tarea. Aunque le cambia la vida, el sentimiento y hasta reconoce el valor del corazón.

Robot salvaje no es una película familiar aunque se puede disfrutar por cualquier espectador. Tampoco es una película infantil. Es una película para todos los públicos en la que lo que se ve es un robot perdido en una isla y que te quedas pensando, ¿cómo va a rellenar dos horas? Y de repente te metes en la película que fluye a toda velocidad.

Es acción, aventuras, robot, naves espaciales y decenas de animales preciosos y cariñosos que consiguen abrir el corazón de Roz aunque debería ser todo lo contrario, porque es una hostil en un terreno que además no le favorece. Aunque aprende rápido. Ver al robot escalando paredes como si fuera un cangrejo es una gozada y un recurso magnífico para que avance la historia.

Es emocionante ver al robot aprendiendo a ser madre. Y cómo va resolviendo la tarea es muy divertido porque se busca aliados que son rarísimos aunque muy valiosos. El zorro, el castor ¡ese árbol gigantesco e inabarcable!, el oso con toda su fuerza y poderío y sobre todo los gansos que son hostiles con el pequeñín de Roz menos uno que sabe ver en él un gran líder bien educado y formado por su madre.

El robot, Rozzum unit 7134, es encantador empatiza perfectamente con el espectador y te encanta verle mover los ojos, ¡las cámaras con un nivel de detalle fascinante! También sufres cuando lo ves lleno de musgo y cuando va perdiendo su energía para convertirse en chatarra. No hay humanos en la película y no se echan de menos. Los malos son algunos animales y sobre todo los fabricantes de los robots, que a su vez son robots, que son despiadados y salvajes.

Chris Sanders es el director que además ya hizo Lilo & Stitch (2002), How to Train Your Dragon (2010) y Los Croods (2013). La película de entrenar a tu dragón era muy divertida y la recuerdo de la época en la que veía muchos estrenos de dibujos animados para la familia. Robot salvaje me ha gustado mucho porque aunque ya no voy con la familia se puede disfrutar totalmente. Aunque sí di algún cabezazo, el mío habitual en las películas animadas, antes de que la película cogiera un ritmo frenético y en el que te metes completamente y con enorme emoción.

Más información | imdb

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