En Elepés y Más nos declaramos fans de las bicicletas tipo fixie en las que frenar es más una ilusión que una realidad, ya nos lo descubrió Kevin Bacon en la divertida Quicksilver. No tienen frenos, ni falta que les hace como explica el protagonista de Premium rush, en España Sin frenos. Se trata de una bicicleta de piñón fijo en la que el giro de los pedales se aplica 100% a la rueda y la inercia de la rueda se aplica continuamente a los pedales que, salvo para derrapar ¡el freno que no frena!, siguen siempre girando moviendo la rueda.
El protagonista está interpretado por Joseph Gordon-Levitt que trabaja en Manhattan como mensajero en bicicleta y que no tiene muchas ganas de frenar. La trama sirve de excusa para ver qué hace un ciclista de fixie en una ciudad tan hostil como Nueva York en la que, al menos, el ser plana ayuda a coger enorme velocidad. Para que haya un poco de trama lo mejor es poner un personaje de malo, que protagoniza Michael Shannon que se luce como ser absolutamente despreciable, su rol es muy películas de los años ochenta. Es un policía corrupto que quiere robar un sobre del mensajero al que perseguirá por toda la ciudad y más allá.

Al final de la película, en los créditos, se pueden ver las consecuencias del accidente de Joseph Gordon-Levitt, que sin ser doblado, se incrustó en el parabrisas trasero de un taxi durante el rodaje de la película. Le tuvieron que dar puntos en el brazo, se le puede ver con todo el brazo sangrando, y en algunas escenas se le puede ver con el brazo vendado aunque no le han atendido los médicos todavía. Un error de rodaje que, al menos, no trae consecuencias al actor, que está muy divertido aunque las escenas espectaculares las realizan los dobles.
También, en la imagen que ilustra el artículo, se puede ver el cable de freno que utiliza la bicicleta del actor aunque en las escenas con dobles son ellos los que se tiran a toda velocidad derrapando y sin freno.
La película muestra como el piloto de la fixie tiene que ir con cien mil ojos mientras pedalea. Lo muestra de una forma divertida, ¿cuál es la ruta que hay que seguir para conseguir pasar sin frenar? También hay efectos especiales y uso de capas en las imágenes con los ciclistas superpuestos que no están mal para hacer avanzar la historia.
Hay una historia de amor y hasta un poco de triángulo amoroso entre los mensajeros. Aunque no da para mucho y lo obvio va llegando y desarrollándose sin problemas. No es la historia de amor lo más atractivo de la película.

Lo mejor es ver cómo la degradación del policía va creciendo, cómo su rabia va aumentando, cómo al acoso al mensajero se va incrementando y cómo las diferentes oficinas de servicios de paquetería de Nueva York se unen para defender a uno de los suyos. Aquí se pierde más el glamour por el ciclismo, en Quicksilver el jefe de los mensajeros no se despegaba de su gorrilla, un emocionante homenaje a los ciclistas europeos que subían montañas por el Tour de Francia comiendo galletas, y las oficinas parecen un poco impermeables a que los mensajeros sean ciclistas comprometidos con su bicicleta.

La música que suena con fuerza en la película es el Baba O’Riley de Pete Townshend que interpreta The Who. Le sienta bien a la película y le mete mucho ritmo. Y es que una fixie es imparable así que hace falta mucho empuje para pedalear sin parar.
Toda la película se pasa muy deprisa sin dar ningún cabezazo. Son menos de dos horas que además es el tiempo en el que se desarrolla la historia. Aunque está desordenado y tenemos que ir construyendo la secuencia conforme avanza la película. Los bicicleteros están muy bien, las acciones en la bicicleta están muy entretenidas aunque el mejor, que además sostiene la historia, es el malvado, pendenciero, policía corrupto, jugador y chantajista interpretado por Michael Shannon.
Más información | imdb
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