Tahar Rahim interpreta al príncipe Auda, el frágil de la película hasta que se convierte en el líder de las tribus musulmanas de algún lugar de la península arábiga. El príncipe Auda es criado en la ciudad del jefe musulmán, interpretado por Antonio Banderas, aunque su padre es el Sultán Amar, interpretado por Mark Strong. Tanto él como su hermano son intercambiados por la derrota del Sultán Amar y se crían con Antonio Banderas como el Emir Nesib. El príncipe Auda es frágil, es nervioso, inquieto y se convierte en bibliotecario, ¿qué otra cosa podría ser? Aunque también se convierte en el marido de la princesa Leyla a la que quiere, y ella también, desde que eran niños.
Sin embargo el príncipe Auda se convierte en un gran estratega. Es uno de los mensajes de la película. Cómo el príncipe es capaz de gestionar todas las tribus del sur para que le acompañen en la lucha con Emir Nesib. Aunque la batalla es innecesaria, el príncipe Auda es todavía más audaz y decide continuar el camino iniciado por Emir Nesib con el petróleo. Y parece que no pararon porque los petrodólares no tardarían en llegar y la Texan Oil marca el camino para hacer que los líderes de las tribus se acomoden, progresen y accedan al bienestar mientras extraen petróleo. ¡Quién se lo iba a imaginar! Todo el desierto ¡tierra de luchas! lleno de oro negro, petróleo, con el que ganar cada día más de 100.000 dólares con un par de pozos. ¡Qué no obtendrán ahora!
Cuando era pequeño, seis años, me acuerdo que nos llevó mi padre a ver El viento y el león al cine. La película de Sean Connery ¡el mítico Raisuli! y Candice Bergen de 1975. En aquella película había imágenes hermosas con el desierto, con los caballos, con las carreras y con las batallas. Aquí hay alguna escena de batalla aunque sigo manteniendo mítica aquella película con Raisuli desafiando a los americanos mientras enamoraba a la mujer con su gallardía, rudeza y bravura.
La carrera de Jean-Jacques Annaud es muy difícil de seguir y de clasificar. Ha estado con osos, con monjes, con adolescentes en Indochina. Lo más común de su trabajo es la calidad de sus imágenes y lo bien que cuenta las historias. Aquí se trata de una historia basada en el petróleo que se sigue estupendamente y que resulta emocionante por la presencia de algunos de los protagonistas. Mark Strong está estupendo como un padre duro, pertinaz y temeroso de los que le rodean.
A la película le falta algo porque tiene ingredientes estupendos. Hay buenos y malos, aunque no sabes bien cuál es cuál. Hay un héroe y una mujer que lo ama y que lo espera ¡desde que era niña! en el harén. Hay un visionario que trata de respetar y conciliar para conseguir ser un país líder y referencia en el mundo. Y hay un padre resentido que admira a su hijo, aunque no termina de respetarlo, y le comprende en su empeño épico. Aunque sabe que las tribus son muy difíciles de gestionar y de tratar y que habrá traiciones.
La película está ambientada en los estados árabes de la década de 1930. Llevamos más de 100 años de petróleo y ya quieren eliminarlo con todo lo que queda y lo imbricado que está en nuestra sociedad de consumo y de bienestar. La historia del joven príncipe árabe, desde que era pequeño, que aprende de su padre, más clásico y guerrero, y de su suegro, está muy bien Antonio Banderas, moderno y liberal y que sabe que el futuro está en los petrodólares.
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