Las películas dirigidas por Ben Affleck hay que verlas. Es un actor al que se le nota que le encanta la profesión y lo que la rodea. Ha madurado y se sabe todos los trucos del negocio. Debe tener un montón de casoplones por Hollywood además de que se lo pasa bien con sus amigos del cine. Tiene una banda buena con su hermano Casey y parece que ha vuelto a ser colega de Matt Damon montando una productora. Los necesitamos porque son parte del futuro de la industria.
Lo que sí que le cuesta a Ben Affleck es la interpretación aunque nos da igual. En el personaje que elige en Live by night, un título tan absurdo como el cartel que promociona la película, no destaca por sus dotes interpretativas aunque, como la mayoría de los que tienen más limitaciones, las mejores actuaciones son sus silencios que además luce con su porte brutal, el vestuario, ¡magnífico! y sobre todo la fotografía de la película que es ejemplar. Además, cuando a un actor limitado le rodeas con excelentes actores pues casi ni se nota.
La película es muy buena aunque son casi dos películas en una. En una primera parte vemos a Ben Affleck como hombre superviviente de la primera guerra mundial ¡los americanos salvando Europa y lanzando la clase media! con negocios propios e independientes aunque fuera de la Ley. Su padre, un policía irlandés interpretado por Brendan Gleeson se encarga de gestionar las carencias e impetuosidades del hijo. Al final el choque con el mafioso local termina mal.
Y el personaje de Ben Affleck se tiene que reinventar y es otra la película que empieza, acompañado por su escudero, magistralmente interpretado por Chris Messina, se lanza a abrir mercado entre Cuba y Estados Unidos en plena época de la prohibición de consumo de alcohol y caídas en la miseria de finales de los años veinte del siglo XX. Es una película que no entra en muchos detalles de la historia aunque los mafiosos ¡italianos! dominan el mercado y siembran la corrupción allí donde llegan.
En la zona de Miami, cuando todavía era un vergel, el personaje de Ben Affleck choca con la aparente integridad y buen hacer del policía interpretado por Chris Cooper que, protege al Ku Klux Klan, es represivo con su hija que sale de la droga y que se convierte en una predicadora intensiva contra los malos hábitos: alcohol, prostitución y el juego que va a venir y que ella impide.
Y hay muchas historias de amor, el personaje de Affleck es muy tierno y enamoradizo. Será su perdición en la película porque se queda sin sus amores bien interpretados por Sienna Miller y Zoe Saldaña, aunque gana el privilegio de convertirse en un hombre libre, aunque con un pasado de delincuencia, violencia y corrupción.
Está muy bien Ben Affleck en la dirección de Live by night, no hay para dar ningún cabezazo. Consigue hacer casi dos películas en una, un soldado que vuelve sin ningún interés por la vida y que sólo quiere sobrevivir hasta que se hace malo porque pierde la guerra con traiciones femeninas incluidas. Y otra con un mercenario a sueldo del mafioso italiano que es capaz de levantar un imperio de ron con Cuba aunque es más listo que el hijo del mafioso, que casi termina con él.
Hay que seguir animando a Ben Affleck a que siga haciendo películas. Espero que Jennifer López le anime a ello, y si no, siempre nos quedará Matt Damon, o su hermano Casey o hasta Chris Messina con el que parece que hay una camaradería: Argo, Air… que trasciende las cámaras.
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