¡Qué malo es el Conde de Montecristo! y ¡qué bueno es Edmundo Dantés! Esta contradicción que creó Alejandro Dumas es la base sobre la que se construye una historia inmortal que va pasando de generación en generación y que, de vez en cuando, se adapta al cine. Ahora los franceses han levantado una superproducción, es la más cara del año 2024, con una ambientación magnífica, un vestuario total y un reparto que se siente cómodo con tanto recurso puesto a su disposición.
La historia es muy conocida aunque mi memoria se va haciendo frágil. Recordaba cómo Edmundo Dantés es traicionado por sus amigos, o éso pensaba él, y encerrado en el Castillo de If. En condiciones inmundas consigue sobrevivir durante muchos años acompañado de un personaje fundamental. Se trata del Abate Faria que tiene unas inmensas ganas de vivir y que transmite todo su conocimiento a Edmundo Dantés. Principalmente la fortuna ¡todos pensaban que estaba loco! que le permite reconstruir su vida apalancándose en El Conde de Montecristo. Es un personaje atractivo aunque con una venganza tan intensa que le consume a él y a todo lo que tiene alrededor.

Hay una línea que une al Abate Faria de Alejandro Dumas y el Ben Gunn de Robert Louis Stevenson en La isla del tesoro. Los dos saben dónde está el tesoro y los dos lo comparten con sus amigos. La diferencia es de 50 años, aproximadamente, y no creo que tengan relación, o sí porque Stevenson supongo que accedió a la obra de Alejandro Dumas y vibró con tanta aventura desbordada.
El caso es que Edmundo Dantés encuentra una inmensa fortuna. Es la del Cardenal Spada, enemigo del Papa Rodrigo Borgia, que no puede acceder a su riqueza y al final la utiliza Edmundo para convertirse en El Conde de Montecristo. Un terrible vengador que no duda en construir tramas, personajes, caracterizaciones y enredos para conseguir su venganza.

El Conde de Montecristo es muy desconfiado y se rodea de personas extremadamente fieles para ir consiguiendo su propósito. Sin embargo la vida con Mercedes nunca podrá volver a ser la que pudo ser antes de casarse. Nunca llegaron a casarse ¡menudo dramón con la boda cortada abruptamente en plena ceremonia! y cuando se vuelve a encontrar con ella de nuevo el calor y la pasión surgen aunque son personas muy diferentes y muy maltratadas por la vida.
A ella le asusta la venganza de él y a él le asusta que ella nunca le esperó lo suficiente. En toco caso la película se toma licencias y se aleja, en ocasiones, de la novela. Sin embargo los personajes fundamentales, las traiciones y la venganza lucen con todo su esplendor y El Conde de Montecristo se luce con sus modales, su clase, su dinero y sus ardides para conseguir sus propósitos.

Pierre Niney está estupendo y además se desdobla en más personajes para incrementar el desconcierto de sus enemigos y ganar su confianza para que su venganza se haga más intensa, cruel y que se alcance totalmente. No se puede dar ningún cabezazo y han construido una magnífica versión que sobrevivirá, por ambientación porque la historia es universal, durante muchos años.
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