Había dos cosas que no me gustaban de los cómics de Marvel que dejé de leer hace mucho tiempo. Primero la obsesión por el coleccionable con la imbricación de las tramas. Era muy difícil disfrutar de un cómic en el que la historia que se mostraba estaba relacionada con otros volúmenes y que si no te los comprabas era muy difícil entenderlos. Y segundo por la presencia de personajes sobrenaturales, que sí que ya sé que es un cómic y se permiten licencias de todo tipo, pero crear personajes de la nada y sin entender para qué me hizo desanimarme de leer este tipo de obras.
Sin embargo en el cine todo iba muy bien en las películas de Marvel. En Los Vengadores peleaban contra un Dios vikingo. Al Capitán América lo han puesto a luchar contra una organización de malos malísimos que a todos nos recuerdan a los que nos recuerdan, a Iron Man lo mismo, porque no para de enfrentarse con traidores y resentidos, a Thor con sus dioses y a Hulk con todo el que se le ponga por delante. Pero en esta película se presentan creaciones que nadie sabe ni de donde vienen ni a donde van. Un robot que se autogestiona, que se reproduce y que quiere salvar a la Tierra, ¡matándolos a todos! Es una película en la que cuesta entrar porque no sabes lo que va a pasar ¿quién tiene referencias o empatiza con lo que quiere hacer un robot construido con inteligencia artificial?
Además no hay apenas humor, sólo una intervención de Hulk, haciendo lo que sabe hacer, o sea dar golpes y ¡qué golpes! y otra de Iron Man en la que no lleva su armadura, y le pide al Capitán América que le deje sus leños en paz. Aquí ya se anticipa la batalla encarnizada de Civil War.
Además hay hasta ¡un romance entre dos de los vengadores!, descubrimientos como el de Ojo de Halcón, que, aunque nos caiga bien es un disparador de flechas sin poderes mucho más destacables o la infancia de Viuda Negra entre ballet y trabajo para hacer de ella una asesina implacable. Sí me gusta la bruja escarlata que será porque es capaz de meter el miedo en el cuerpo a todos enfrentándoles a sus temores poniéndoles los ojos rojos. Es un personaje temible y fantástico que me recuerda a la infancia cuando la leía, con Spiderman y Dr. Doom, pegándose con un predicador terrible en la época de las brujas de Salem. Mucha imaginación en Marvel que han sabido llevar al cine con enorme éxito.
Hay un excepcional reparto además de las presentaciones de los nuevos personajes Mercurio, la Bruja Escarlata y La Visión. El de La Visión probablemente sea otra de las razones por las que dejé de leer los cómics de Marvel hace tanto tiempo. Y es que su presencia, poco comprensible, su atuendo muy cercano a lo divino y sus palabras trascendentes con tendencia a lo cursi, me hacen desistir de intentar saber qué es o qué aporta. Aunque luego se verá que es fundamental en la derrota de Thanos y con la Escarlata se lo montó fenomenal en una serie magnífica.
Menos mal que en el futuro llega Thanos, un malo malísimo interpretado por Josh Brolin y que será la oportunidad de olvidar esta segunda parte. Y es que por fallar falló hasta el final de la película que prometía nuevas imágenes espectaculares como en otras de Marvel y aunque aparece Thanos lo hace durante un escaso segundo. Y aunque te quedes hasta el final no hay nada más.
Es una película que se puede disfrutar en casa, el momento inicial es espectacular. Hay que verla en versión original porque el malvado Ultron está interpretado por James Spader, un actor que me encanta.
Más información | imdb
Sigue la conversación en @elepesypelis
‘Ciento volando’ presenta el trabajo de Eduardo Chillida quitando lo malo y encontrando el espacio
‘Begin again’ es una película de cómo empiezan en la industria musical un productor y una cantante
‘Deprisa, deprisa’ es el cine social de la transición española que retrató Carlos Saura
Lou Reed y su visión de la ciudad de New York hace 30 años
‘Remando al viento’ y el romanticismo que llegó del frío con Hugh Grant creando mitos