‘La conjura contra América’ y lo importante que es luchar permanentemente por la libertad

‘La conjura contra América’ y lo importante que es luchar permanentemente por la libertad

La serie de HBO La conjura contra América (The Plot Against America) cuenta la historia de una realidad alternativa en la que Franklin D. Roosevelt es derrotado por Charles Lindbergh en las elecciones estadounidenses de 1940. En esos años la Alemania estaba impulsada por el nazismo que, sin ningún freno, se expandía por todo el mundo a toda velocidad. Y en América estaban a verlas venir.

Porque lo que cuenta la serie es cómo sin que se haga nada los totalitarismos, de cualquier forma, crecen y se expanden a toda velocidad. Y aquí lo hacen apalancándose en el odio a los judíos aunque valdría cualquier otra excusa. Para ambientar la serie y focalizarla todavía más hay un rabino, exquisitamente interpretado por John Turturro, que está muy cerca del Presidente Lindbergh y que hace tareas y actuaciones, plenamente socialdemócratas, y que, conforme avanza la serie, se convertirán en palancas estupendas para amplificar el totalitarismo en América. Hasta que todo se tiene que detener.

La producción de HBO es impresionante. Por ejemplo, hay una escena en la que está hablando una de las actrices y al fondo, en el mismo plano y al otro lado de la calle, hay una persona tendiendo la ropa. Es una escena tan preparada y tan bonita que se disfruta y a la que es imposible quedarse indiferente.

Y así está hecha toda la serie. No hay grandes planos de multitudes y hay mucha elipsis aunque en las escenas no suele haber muchas personas. La ambientación detallada contribuye a que la serie se disfrute. Por ejemplo la ceremonia de escuchar la radio es magnífica y la radiación es estupenda con el personaje ficticio Walter Winchell retransmitiendo en directo la caída del imperio americano.

Los actores están brutales. Me encanta Morgan Spector como el padre pegado a la radio, con un buen empleo y con ganas de sacar a su familia adelante. Es el que mejor ve cómo se está cayendo América y sólo al final siente la necesidad de sobrevivir y de pasar a la acción.

John Turturro es el perfecto traidor que sirve al totalitarismo, no se termina de entender si de forma consciente o inconsciente, aunque aporta al sistema mientras su actitud se retuerce sin parar incrementando la ira del cuñado.

Además Zoe Kazan. Una madre sufrida que al final toma partido. A Zoe la habíamos visto en la película She said aunque aquí es una madre preocupada por la educación de sus hijos al principio y conforme avanza la película también por su matrimonio, por su familia, por sus vecinos, a los que traiciona, y por su país que ve cómo se radicaliza y se convierte en un infierno en el que es imposible vivir.

También está Wynona Ryder que interpreta a la hermana de la protagonista y que vive en una ilusión paralela. Al final se deja seducir por el poder, el rabino cerca del presidente y todo el entorno en el que se mete y que además lidera. Al principio estaba sumida en la indiferencia y en una vida sin pasión con sus amoríos y su vida difícil con su madre. Y de repente tiene poder y convicciones. Su final es horrible, y es que el poder, cuando crece y se desarrolla en el totalitarismo, se pierde con la misma rapidez con la que se gana.

La conjura contra América es una serie muy necesaria en los tiempos que corren. Los regímenes autoritarios: fascismo, nazismo, comunismo…, están ahí y hay que estar atentos. La democracia, la libertad, la iniciativa privada son valores que cuesta mucho conseguir y que además hay que trabajar para mantenerla. Y hasta ir a la guerra, si es necesario, como el sobrino de la pareja protagonista y que hace avanzar la historia de forma estupenda.

La mirada infantil es uno de los valores de la serie. Los dos hermanos, el adolescente y el niño, están magníficos. Uno es observador y está siempre atento a lo que ve aunque no toma parte. Bueno sí, alguna vez consigue que las cosas cambien. Y el adolescente, desde su afición por el dibujo, el cariño por su tía y la rebeldía ante el padre parece un completo idiota que al final consigue entender una realidad que se le resistía.

La serie es un poco intensa y cuesta meterse en ella aunque no hay cabezazo posible. La serie es muy emocionante porque nunca sabes lo que va a pasar. Es conmovedora e inquietante y la lucha contra los totalitarismos tiene que ser sin descanso. El nazismo y cualquier forma de poder totalitario sólo duerme y descansa a la espera de las mejores condiciones. Es la lucha entre el bien y el mal en la política.

El capitalismo lleva implícita una necesidad de mejora permanente, sin embargo el totalitarismo es desbordante para alienar al individuo. La serie es como un 1984 actualizado. Y por último, aquí se muestra cómo cualquier socialdemócrata de pro siempre resolvería el conflicto solicitando más dinero para realizar iniciativas absolutamente inútiles.

Más información | imdb

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