‘El porvenir’ con Isabelle Huppert deambulando por la vida mientras lee y escribe filosofía

‘El porvenir’ con Isabelle Huppert deambulando por la vida mientras lee y escribe filosofía

Mia Hansen-Løve es la directora de El povenir (L’avenir) una película en la que aparentemente no pasa nada salvo que vemos a Isabelle Huppert como Nathalie Chazeaux. Y es que Nathalie nos muestra, en un par de años de su vida, todo lo que le pasa ¡y lo que le queda por venir! Es una socialdemócrata que ejerce como profesora en la universidad, que escribe libros, que tiene una madre hermosa y modelo que está llegando al final de sus días. Además está casada, tiene dos hijos y un marido que la quiere.

Y sin embargo todo explota mientras se ve la película. El marido la deja, la madre se muere, una hija le hace abuela mientras es superada por la maternidad y el cambio hormonal tras la llegada del primer hijo. Además su pupilo, un buen estudiante que además se hace filósofo, reniega de la pasión por la sabiduría y tira más hacia la revolución, la vida en la montaña y se muestra como ausente de la cotidianidad de la ciudad.

Así que todo el porvenir de Nathalie salta por los aires y se tiene que volver a hacer otro. Quizá ése sea el mensaje para la socialdemocracia, fue bonito mientras duró aunque ahora vienen nuevos tiempos. Las personas se mueren, las ansias de libertad entre los jóvenes se renuevan ¡y ya no son las mismas que tuvimos cuando los jóvenes éramos nosotros!, las familias se rompen, las ciudades dejan de ser polos de atracción e Internet permite que los desafíos laborales se puedan gestionar mejor.

También mueren los libros en papel ¡que sólo aspiran a vender más cambiando las portadas y llenándolas de colorines!

La vida con la mitad de las estanterías quizá sea el plano más impactante de la película. Un divorcio implica reparto y aquí, un par de frikis de la filosofía, habían acumulado decenas de libros de la materia. Sin embargo, con la separación las baldas se quedan vacías, los viejos libros, probablemente nunca revisados, de repente pasan a tener una terrible importancia por la pérdida.

Los de la editorial, auténticos funcionarios de la venta de papel basada en el marketing, en los espacios físicos y en acuerdos en los que ya no se regalan los libros. Todo se cobra. Y con peor servicio, claro.

Huppert está en todos los planos. En todos. Es una actriz que lo hace apasionante. Se le nota deambular delante de la cámara y sabes que lo está pasando mal por la separación, por los alumnos, por ella… y todo lo hace de forma natural.

A la directora le gustan los gatos y aquí saca a una gata, Pandora, que se mueve de forma perezosa en la ciudad y que en el campo saca a pasear toda su capacidad innata ensuciándose, capturando ratones y viviendo en libertad. Aunque también le gusta cuando se mimosa y consigue hacerla aparecer como un personaje con sentimientos. Antes cuidaba a una anciana madre de Nathalie y ahora cuida de Nathalie.

El paso del tiempo va llevando a la protagonista, una inmensa Isabellle Huppert, a la soledad más absoluta. Y su terapia es su profesión, la filosofía, eso en lo que cree pero sin la pose de los ingenuos jóvenes que discuten en la estupidez de su comuna.

La película no da tiempo a dar ningún cabezazo. Tiene mucho fondo y le gustará a los artesanos del cine, a los que tienen gatos negros y también a los que han escuchado alguna cara entera de una cinta de Woody Guthrie. Toda una experiencia. No gustará a los que tienen prisa, a los estudiantes de secundaria porque hay mucha filosofía y tampoco a los que desde el marketing quieren vender libros de texto.

La revolución es creer en la filosofía como herramienta y mantenerte fiel a ella. La filosofía es una de las asignaturas que más me gustó en el colegio, cuando te ibas haciendo mayor y alguna pregunta te ayudaba a resolver. Y de eso trata El porvenir’ de cómo el tiempo se apodera de todo, de cómo la mujer filósofa va perdiendo todo soporte mientras vive. Y de que hay que adaptarse a los nuevos tiempos, cualesquiera que sean.

Más información | imdb

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